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Era el 17 de mayo del 2004. El Espanyol se manejaba con apuros por el torneo y el Mallorca abrazaba la permanencia, luego de enganchar un par de resultados positivos. Era la última cita del equipo de Aragonés en la Isla y el penúltimo partido de Liga. A los catalanes les iba mucho en el envite, porque sus números eran deficitarios y necesitaban ganar alguno de los dos encuentros que restaban para sellar la salvación. El Mallorca, apenas tenía nada que echarse a la boca. Acaso se adivinaba la posible despedida de Etoo, incluso de Nadal, pero poco más. El Espanyol se frotó las manos en el primer tiempo, porque la sociedad entre De la Peña y Tamudo le reportó grandes dividendos.El delantero de Santa Coloma marcó el primero de penalti y poco después aprovechó un servicio del cántabro para forrarse y lograr el segundo. Nadie imaginaba lo que ocurriría tras el descanso.

Luis pegó un par de gritos en el vestuario y el Mallorca se arremangó. Perera anotó el 1-2 y Bruggink certificó el empate tras un servicio de Etoo, que apareció especialmente motivado en el segundo tiempo. Eso irritó al Espanyol, que vio como el partido se le escapaba tras el 3-2 de Perera. Colsa cerró la victoria a poco del final. El club barcelonés insinuó que el Mallorca había recibido alguna prima por ganar y señaló a Samuel Etoo. Por eso ahora el Espanyol clama venganza, porque la situación es inversa. Los blanquiazules luchan por meterse en la Liga de Campeones y los rojillos persiguen de forma desesperada la permanencia. Pero los números no están a favor del grupo de Lotina, que no gana en Palma desde la temporada 99/00, cuando lo hizo de una forma contundente (1-3).A partir de entonces, sólo ha acumulado malas noticias.

El Mallorca le tiene tomada la medida al Espanyol, al que le ha ganado en las cuatro últimas temporadas. El año pasado le atizó en un gran segundo tiempo (4-2), mientras que en la temporada 02/03 los baleares se impusieron de forma plácida (2-0). El Mallorca también ganó en la 01/02 (2-1) y en la 00/01 (3-2). Al respecto de los aires de revancha con que se presenta el partido que el Espanyol jugará en Mallorca el domingo, el mediocampista cántabro Iván de la Peña apostó por la prudencia. En declaraciones que recoge la agencia Efe, asegura que «aquello está totalmente olvidado, estamos en una temporada distinta y nosotros afrontamos el partido como una final de las cinco que nos quedan», resaltó.