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Después de vivir la semana más extraña desde su llegada a Mallorca, Stanislav Pochop se ha convertido en el mejor antídoto para equilibrar la final de la Superliga Masculina. El carismático jugador checo está muy cerca de abandonar el club al finalizar el campeonato y padece una microrotura en la zona abdominal, pero el equipo le necesita. El Son Amar Palma ha perdido el factor pista y está obligado a sumar hoy (12.00 horas, Son Moix) un triunfo que le mantenga vivo.

Stanislav Pochop es el jugador más querido de la plantilla. Todos sus compañeros le ponen como ejemplo de profesionalidad y a pesar de su edad es el central más efectivo del equipo y uno de los mejores del campeonato. El jugador checo termina contrato este año con el Son Amar Palma, y sus compañeros más influyentes se han gastado la garganta recomendando su continuidad. Es por eso que la decisión de comunicarle que no va a continuar la próxima temporada unos días antes de que comenzara la serie final ha provocado que el ambiente se enrarezca. Pocos entienden la decisión, y el momento, más teniendo en cuenta que Pochop está llamado a ser uno de los jugadores resolutivos de la final. El viernes no actuó por unas molestias en la zona abdominal, pero todo apunta a que podría reaparecer hoy.

El que también parece que tiene un pie fuera es Juan Carlos Vega. Al canario todavía le queda un año más de contrato y va a resultar difícil que otro equipo iguale su ficha, pero a nadie se le escapa que su relación con Damià Seguí no es demasiado buena. Este desencuentro podría provocar que el club buscara una fórmula para que el jugador abandone el equipo, especialmente si gana la Superliga.