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La semana pasada fue Sánchez Llibre el que desenterró el hacha de guerra. El presidente del Espanyol calentó a su hinchada tirando de hemeroteca y el Mallorca respondió en el campo: remontó el marcador y apartó al equipo blanquiazul de la Liga de Campeones. El lunes, cuando los ecos de la destitución de Bernd Schuster todavía no se habían apagado, el presidente del Levante, Pedro Villarroel, calcó el libro de estilo y arrojó chatarra sobre los jugadores de Cúper. El mandatario valenciano disparó a la línea de flotación: «Lo siento por mi amigo Mateo Alemany pero el Mallorca es carne de Segunda», lanzó sin más. Esas manifestaciones viajaron a la velocidad de la luz y la caseta balear ha pedido su turno de réplica.

Miquel Angel Moyà y Tuni no tardaron en responder a las declaraciones de Pedro Villarroel. Aunque en diferentes términos. Mientras el portero calificó las palabras de «inoportunas», el interior zurdo habló de «un incentivo más». Y es que se presume un intenso duelo final por la salvación entre Mallorca y Levante. En las tres últimas semanas, el grupo balear le ha recortado siete puntos al valenciano y se apoya en su calendario para alimentar la esperanza. La distancia se ha reducido hasta los cuatro puntos -el Levante tiene el average a favor- y los nervios se han instalado en el club levantino.

Tuni se enteró ayer de la bravata del presidente del Levante, que ya ha iniciado la batalla psicológica: «Yo me tomo las declaraciones como un incentivo más. La primera impresión es de rabia y sólo piensas en hacerlo bien para demostrar que eres de Primera División». Esolleric también se refirió a la coincidencia de las declaraciones de Pedro Villarroel con respecto a las del presidente del Espanyol la semana pasada: «Ha habido algunas declaraciones que han podido molestar a la plantilla, pero hay que mantenerse al margen de esos comentarios y centrarnos exclusivamente en lo que tenemos que hacer. A las declaraciones no hay que prestarles demasiada atención», dijo Tuni tras la sesión preparatoria celebrada ayer en Son Bibiloni.