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El baloncesto balear afronta una semana clave para conocer el futuro de tres de sus estiletes. IBB Hotels Menorca Bàsquet, Olis Sóller y Alcúdia se juegan la campaña y manejan ambiciosas metas. El cuadro menorquín y las de la Vall están a un paso de la máxima categoría. La ACB está más cerca que nunca de Maó y sólo el histórico León les separa de una gesta histórica. La Liga Femenina no es algo nuevo en esta Comunitat. El Puig d'en Valls tendrá con toda seguridad compañero de viaje de la mano de un Olis Sóller que mañana, o a más tardar el domingo y en Es Puig, puede certificar un ascenso que Miquel Ballester y las suyas persiguen desde hace tres temporadas. En una guerra similar, pero con la LEB-1 en el punto de mira, el Alcúdia aguarda el instante de plantar cara al Autocid Ford Burgos, y de esta manera recuperar una plaza perdida meses atrás por el baloncesto mallorquín.

Son tres proyectos diferentes, pero que persiguen una misma meta. No serán los únicos mallorquines inmersos en esta guerra que son los play offs de semifinales. En la LEB-1, Alberto Corbacho (Ciudad de Huelva) y Martín Ferrer (León) también tienen la ACB dentro de su plan de viaje, aunque en el caso del primero se antoja complicado el desafío dado que el Fuenlabrada es el rival de turno. En Menorca se vive un clima de euforia. La mejor temporada de toda la historia de La Salle puede acabar en un lugar inhóspito para Balears. Curro Segura y los suyos pueden aprobar la eterna asignatura pendiente en una serie que arranca este jueves (21 horas) con el factor pista del costado menorquín y la enfermería del León cada vez más ocupada. Mike Higgins es baja en el cuadro de Angel González Jareño, que tiene en el aire el concurso del alero estadounidense Maurice Jeffers. Si se desenvuelve como durante el grueso de la temporada, el IBB Menorca puede haber dejado sentenciado el ascenso en la noche del sábado, antes de trasladarse la serie hacia tierras castellanas.

Stewart, Moss, Camps, Reynés... Todos los integrantes del vestuario menorquín tienen claro cuál es el objetivo trazado por un club cuya progresión bien merece un final feliz: la ACB. Si la gesta se consuma, tocará iniciar el siguiente reto. Edificar un pabellón nuevo, cumplir con los requisitos económicos fijados por la liga y formar un equipo de garantías no será fácil, pero antes toca cumplir sobre el parqué. En una tesitura similar se halla un Olis Sóller que ya acaricia el objetivo que en las dos últimas campañas se escapó en el último suspiro. Rivas y León dejaron a la capital de la Vall sin Liga Femenina y las de Miquel Ballester se han conjurado para que la historia no se repita. Ganaron el primer envite de la semifinal frente al Universitario de Ferrol y el jueves tienen en su mano sentenciar o prolongar la incertidumbre durante poco menos de 72 horas. Muchas de las integrantes de este equipo ya saben lo que es quedarse a las puertas. Raquel Sánchez de la Campa lo ha hecho dos veces, pero la práctica totalidad fue protagonista del apasionante cruce ante Mercaleón y de un final no merecido en Es Puig. Ahora tienen la oportunidad de sacarse la espina.