Carlos Montes de Oca19/05/05 0:00
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La X de Xisco. De Muñoz Llompart (Manacor, 1980) y de Jiménez Tejada (Palma, 1986). Dos delanteros isleños para el Siglo XXI que pueden decidir el futuro del Real Mallorca entre la nobleza del campeonato. Uno, el primero, defenderá la camiseta del Valencia en el duelo ante el Levante. Y, para favorecer los intereses rojillos, debe marcar. Otro, el segundo, mirará directamente a los ojos de Miquel Angel Moyà en el duelo del próximo domingo en Riazor entre el Deportivo y el Mallorca. Y conviene que no marque... El destino ha cruzado a dos Xiscos que tuvieron que embalar y facturar sus ilusiones para recibir su bautismo en Primera División y que el próximo domingo pisarán la hierba con un puñado de sentimientos enfrentados.

Xisco Muñoz irrumpió en la nobleza en la nómina del Valencia, aunque con los colores del Tenerife. Corría la temporada 2001-02. Desde entonces, suma casi un centenar de partidos en Primera con tres equipos (Tenerife, Recreativo y Valencia) y 11 goles. Xisco Jiménez, seis años menor, inició su desfile por su escaparate mediático hace apenas un mes. El mismo día que Víctor Casadesús abría la puerta de la élite vistiendo la camiseta rojilla nate el Valencia, Irureta le daba los trastos ante la Real Sociedad en Anoeta. Desde entonces, Xisco, formado en el Playas de Calvià y que jugó en Tercera con el Athlètic Balears después de despuntar esa misma campaña en el Juvenil División de Honor, crece jornada a jornada.

El pasado domingo, en La Romareda, selló los dos goles del Depor, convirtiéndose en el primer jugador procedente del filial que marcaba con el conjunto gallego en la última década. Precisamente ese guiño a la historia ha empujado a Xisco Jiménez desde el anonimato hasta las portadas de la prensa gallega. El delantero mallorquín acapara minutos de radio y televisión desde que asomara su cabeza a la superficie de la Liga. «Si me dicen hace un mes que me va a ocurrir todo esto, que voy a ser titular con el Deportivo y marcar goles en Primera División, no lo hubiera creído», apuntaba ayer el fornido ariete deportivista a este periódico.