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Comienza el tramo más apasionante de la temporada para el Alcúdia. El conjunto del Nord de Mallorca nunca había contemplado el baloncesto nacional desde una posición tan elevada, pero está dispuesto a rentabilizar su tendencia ganadora para seguir creciendo. Para conseguirlo tendrá que imponer sus argumentos en una serie sin concesiones que le pondrá frente a frente con el conjunto a priori más poderoso de la categoría, el Autocid Burgos. Enfrentarse al equipo más solvente de la fase regular podría suponer una importante dosis de respeto hacia el enemigo, pero los números denuncian que el cuadro castellano va a menos y eso ha disparado las expectativas de los mallorquines (Polideportivo El Plantío, 20.45 horas).

El Alcúdia se ha sacudido la inseguridad que le maniataba y ha blindado su autoestima desde la llegada al banquillo de Eloy Doce. No lo tenía fácil el técnico asturiano porque le tocó asumir el timón del equipo en el momento más delicado de la temporada y sin apenas tiempo para trasladarle su manual al plantel. Sin embargo, ha sabido levantar al equipo y los resultados son la mejor prueba de ello. Superó al peligroso Pozuelo a pesar de enfrentarse a un factor cancha adverso y lo hizo además con una contundencia asombrosa, ya que ni siquiera le hizo falta apurar la serie -venció 3-1- y empezó a preparar el próximo examen mucho antes que su rival.

Ese es sin duda uno de los aspectos que más pueden influir en la confrontación, ya que está por ver si ese periodo de reflexión le ha permitido a los isleños llenar el depósito o si por el contrario ha rebajado su nivel de intensidad, un hecho que minimizaría sus opciones. No en vano, la plantilla alcudiense había ganado los tres últimos partidos que había disputado y el parón aplazó su dinámica ganadora.