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Los presidente del Levante, Pedro Villarroel, y del Valencia, Juan Bautista Soler, lamentaron ayer la situación deportiva en la que ambos conjuntos afrontan el derbi valenciano y, aunque cada uno apuesta por la victoria de su equipo, desean que su rival consiga sus objetivos que se habían marcado. Los dirigentes de ambos clubes, acompañados por parte de los miembros de sus respectivos consejos, además de los técnicos José Luis Oltra y Antonio López, comparecieron en una rueda de prensa conjunta en el estadio Ciudad de Valencia, que acogerá el derbi el domingo, y posteriormente se intercambiaron camisetas y balones.

El máximo dirigente del Levante se refirió a las necesidades con las que ambos equipos afrontan el choque y lamentó que lleguen con tantas urgencias. «La situación deportiva es complicada para ambos conjuntos especialmente para nosotros porque jugarnos la permanencia con un hermano es difícil», comentó. «Como valencianos que somos lamentamos que nuestro rival no haya conseguido ya una plaza para disputar la Liga de Campeones pero he de reconocer que en el ambiente se palpa el apoyo de los valencianistas hacia nuestro equipo e incluso algún seguidor del Valencia me ha reconocido que le gustaría que perdiese su equipo el domingo para que nosotros sigamos en Primera», añadió.

Juan Soler reconoció haber tenido un sueño en el que su equipo ganaba el derbi pero que el Levante se mantenía en la categoría «porque se lo merece y la ciudad también se merece tener dos equipos en Primera». Pese a la rivalidad deportiva que existe, ambos presidente hicieron hincapié en la deportividad y el civismo que debe imperar el próximo domingo. Villarroel señaló que los aficionados valencianistas pueden desplazarse con tranquilidad al estadio porque «serán bien recibidos» mientras que Soler recordó que «no deja de ser un juego y que por ello debe prevalecer la cordura y el partido tiene que ser la fiesta del fútbol valenciano».