IBB MENORCA (23+27+18+19): Patri Reynés (14), Stewart (10), Moss (18), Sabaté (5), Llorens (9) -cinco inicial-, Salva Camps (7), Alberto Miguel (15), Urko Otegui (0), Galarreta (5) y Coego (4).
24 de 46 en tiros de 2 puntos. 9 de 18 en tiros de 3 puntos. 12 de 22 en tiros libres. 32 rebotes (20 en defensa y 12 en ataque). 24 faltas personales.
BALONCESTO LEÓN (31+22+18+15): Jeffers (7), Dani García (18), Pedro Rivero (19), Panadero (7), Barnes (21) -cinco inicial-, López (0), Larragán (10), Méndez (3) y Martín Ferrer (1).
16 de 29 en tiros de 2 puntos. 12 de 24 en tiros de 3 puntos. 18 de 24 en tiros libres. 27 rebotes (22 en defensa y 5 en ataque). 19 faltas personales.
Àrbitros: Garmendia y Rodríguez. Excluyeron por cinco faltas personales a Stewart y Salva Camps, ambos del Menorca. Sancionaron con antideportiva a Larragán (León).
Albert Orfila
Dio primero el IBB Menorca en el primer asalto por el ascenso a la Liga ACB. Con apuros, en un final envenenado y con el errático Barnes como protagonista, la escuadra de Curro Segura tumbó al Baloncesto León y dejó claro que esta vez no quiere fallar (87-86). Habían transcurrido cuatro temporadas desde su última presencia en un cruce definitivo. Gijón, Ourense y Granada frustraron con anterioridad el sueño menorquín de instalarse en la segunda mejor liga del planeta, aunque esta vez todo parece ser diferente. Avalado por su notable fase regular (segundo y a una sola victoria de distancia del Fuenlabrada), el IBB Menorca no se plantea otra cosa que el ascenso y es probable que esta indisimulada ambición le permitiera anoche cobrar ventaja en la serie.
Lo hizo porque el rocoso Barnes falló dos tiros libres con el tiempo agotado, pero también porque diez segundos antes Stewart birló un balón imposible al base del León, asistió a Moss y éste puso un punto arriba al Menorca (87-86). El último ataque visitante fue espeso, pero Barnes logró sacar una falta cuando intentaba palmear con desespero. Después llegaron sus dos fallos consecutivos y el delirio de una afición que parece tener claro cual es su destino.
El IBB Menorca tuvo que reponerse a muchas cosas, especialmente, a la extraordinaria solvencia que ofreció el perímetro del León durante el primer cuarto del partido (6-21 en el minuto seis). Trabajó a destajo Llorens dentro de la pintura; soltó su muñeca Alberto Miguel, pero fue Patricio Reynés quien levantó con decisión a su equipo. No podía ser de otra manera. No podía ser otro. Dos penetraciones y un triple del capitán en la recta final del duelo mantuvieron vivo al IBB Menorca, que hizo suyo el cara o cruz final. El domingo, más.
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