Rafael Nadal, Carlos Moyà y Nuri Llagostera han situado a
Mallorca como la capital del tenis español. Son la referencia de la
Armada en Roland Garros. Emanacorí y el palmesano representan las
dos bazas más sólidas del cuadro masculino y la de Cala Millor se
ha colocado como la mejor jugadora nacional del momento. Los tres
cotizan al alza y paseando por los lugares más emblemáticos de
París (Torre Eiffel, Arco del Triunfo, Jardines de Trocadero y
Campos Elíseos) se conjuraron para conseguir que la Copa de los
Mosqueteros viaje el 5 de junio hacia la Isla. Clasificados para la
segunda ronda del Grand Slam francés, hoy los tres vuelven a ser
protagonistas en las pistas del complejo De la Porte d'Auteuil.
Nadal, Moyà y Llagostera han conseguido que el mallorquín esté
de moda en París. Rafael está siendo el actor principal en los
primeros días de competición. Todos los periódicos han colocado su
rostro en las primeras páginas y todas las televisiones repiten
imágenes de su estreno ante Burgsmuller. Carlos sabe lo que es
sentir la presión de estar obligado a ganar y estos días está
multiplicando sus tareas. Es amigo, compañero de entrenamientos,
confidente y en algunos manera incluso psicólogo. El agobio de los
medios sobre Rafael es brutal y el objetivo del entorno de los
Nadal, del que también forma parte Moyà, es conseguir que emanacorí
no sienta esa presión, que pueda seguir divirtiéndose en la
pista.
La que tenía una sonrisa ayer en la cara era Nuria Llagostera.
La jugadora de Cala Millor había eliminado a Ai Sugiyama y volvía a
ganar un partido del cuadro final de Roland Garros, algo que no
conseguía desde 2001. A Nuri los medios no le presionan, pero ella
quiere hacer algo grande en este Roland Garros. Tiene un carácter
fuerte, dentro y fuera de la pista. Dentro, le permite sacar
adelante partidos complicados como el de ayer. Fuera, le permite
atreverse a reñir a Moyà y a Nadal porque tardaron demasiado tiempo
en tardar de sus habitaciones antes de dar la vuelta que reflejan
las imágenes por París. Pero la jornada tranquila -para Nadal y
Moyà porque Nuri jugó por la mañana- terminó ayer. Hoy los tres
tienen que volver a competir. El primero en hacerlo será Carlos
Moyà, que jugará en el tercer turno de la pista siete ante el checo
Robin Vic, un auténtico desconocido incluso para el jugador
palmesano. Tal vez debido al status de su oponente, la organización
se haya saltado su condición de ex-campeón de Roland Garros y le
haya relegado a una pista pequeña e incómoda, ya que el movimiento
contínuo de personas acostumbra a desconcentrar a los jugadores.
Moyà sigue más preocupado de su hombro que de sus rivales. Ya se
encuentra recuperado, algo cargado por la inactividad de las
últimas semanas y sabe que debe forzarlo lo menos posible, porque
el torneo dura dos semanas. Una de sus grandes bazas es la
experiencia. Ganó en 1998 y tras ganar la Copa Davis se marcó como
gran objetivo las grandes citas. La de París, sin duda lo es.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.