Los dardos que se han disparado ultimamente desde el Ciutat de
Valencia apenas han desbaratado la calma que reina estos días en
los campos de Son Bibiloni. El grupo de Héctor Cúper vive estos
días los mejores momentos del ejercicio y por primera vez en mucho
tiempo tiene en su mano la opción de seguir inscrito en la máxima
categoría nacional, un premio que cuenta con un valor incalculable
después de analizar el camino que ha seguido el torneo.
Los jugadores no están dispuestos a tambalearse y ayer le
recordaron al entorno que el único paso válido para blindar la
permanencia reside en ganarle al Betis. El resto de factores, entre
los que se incluyen los arreones de los consejeros granotas, son
secundarios: «Es un tema que depende la directiva y el club. A la
plantilla obviamente le llega, pero a mi particularmente no me
interesa. Desde que se empezó a hablar de todo esto imaginábamos
que lo hacían para desviar la atención y es una cosa que nos entra
por un oreja y que sale por la otra», destaca Moyà.
El guardameta rojillo subrayó que «en el fútbol no puedes hablar
porque en cosa de un mes te puede cambiar todo y la gente que se
equivoca se tiene que comer las palabras, como ha pasado en las
últimas semanas. Son ellos los que han hablado y nosotros nos hemos
dedicado a trabajar con la boquita cerrada. Ya estamos un punto por
delante, que es lo que queríamos», agregó. Sobre el posible
traspaso al Deportivo que dejó entrever en sus declaraciones el
consejero del Levante Miguel Àngel Ruiz, Moyà fue rotundo y
prefirió recurrir a la ironía para resaltar su versión: «No he
escuchado realmente lo que ha dicho este hombre y no se que tendría
que ver que yo estuviera fichado por el Deportivo. Si fuera así, me
hubiese dejado meter tres golitos y el contrato sería mejor. No
tiene ni pies ni cabeza».
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