¿Seguirá Alemany? Es la pregunta del millón y nadie sabe la
respuesta. Incluso el propio presidente del Mallorca duda en estos
momentos sobre hacia donde dirigir su futuro más inmediato. No
obstante, la incógnita debe despejarse en breve, probablemente, en
la reunión que deben mantener los integrantes del consejo de
administración del Mallorca esta misma semana. «Quizás ha llegado
el momento de marcharse», ha comentado recientemente Alemany en su
entorno más íntimo y también a sus directivos más próximos. Después
de seis temporadas al mando de la SAD balear, en las que ha
convivido con diversos accionistas mayoritarios -la familia
Asensio, Bartomeu Cursach y el actual consejo, en el que prevalecen
los paquetes de Vicenç Grande y Miquel Vaquer-, el dirigente
mallorquín valora de forma seriosa abrir una nueva etapa. «Debo
reflexionar», repite una y otra vez Alemany cuando es preguntado
por su futuro.
Desde hace muchos meses, en el actual equipo de gobierno del
Mallorca existe unaminidad a la hora de valorar la gestión del
presidente y su intención es la de reclamar su continuidad, al
menos, durante las dos próximas temporadas. «Ha iniciado un
ambicioso proyecto con Cúper y lo ideal para la entidad es que siga
siendo nuestro presidente, como mínimo una temporada más», apuntó a
este diario Miquel Vaquer, uno de los consejeros más influyentes de
la entidad. «Yo no tengo ningun tipo de duda, lo mejor para el club
es que Mateo siga, aunque el debe valorar muchas cosas y tomar la
decisión más adecuada. Evidentemente, nosotros vamos a respetar
cualquier decisión». El contrato profesional que vincula a Mateo
Alemany con el Mallorca expira el 30 de junio, aunque este aspecto
se ha convertido en un detalle menor. La totalidad del consejo de
administración aboga por su continuidad y la pelota está sobre el
tejado de Alemany. «He hablado con él y creo que debe seguir, es lo
mejor para la entidad, pero es obvio que esta temporada ha sido muy
dura y Mateo también debe pensar en él», significó Miquel Dalmau,
otro de los consejeros más emblemáticos del club y amigo personal
de Alemany.
Desgastado por una temporada en la que el equipo se ha pasado
ocho largos meses en posiciones de descenso a Segunda, Mateo
Alemany goza de un enorme prestigio en el fútbol profesional.
Florentino Pérez le puso sobre la mesa una oferta irrechazable
cuando alcanzó la presidencia del Real Madrid, pero el dirigente
mallorquín decidió en aquel momento seguir al lado de Antonio
Asensio Pizarro. Alemany siempre ha sido un objetivo de Florentino
Pérez y durante este verano se especuló con la posibilidad de que
el presidente blanco le había realizado una nueva propuesta. En
varias ocasiones también se ha asociado su nombre a la Liga de
Fútbol Profesional, aunque es algo que nunca le ha seducido.
Durante su larga estancia en la presidencia, el Mallorca ha
obtenido los mejores resultados de su historia y su modelo de
gestión ha sido tomado como referencia por otros clubes de Primera.
Su decidida apuesta por la cantera ha arrojado sus primeros
dividendos. Son Bibiloni se ha convertido en una gran factoría de
futbolitas. Esta temporada, por ejemplo, han debutado en jugadores
como Miquel Àngel Moyà o Víctor Casadesús, y otros como Iván Ramis
o Antoni Lluís Adrover «Tuni» se han asentado en la categoría.
Alemany también lideró el proceso de mallorquinización del
accionariado, dejando el control de la SAD en manos de reconocidos
empresarios locales. Sellado el objetivo de la permanencia en la
última jornada, la insistencia de algunos conseros y la presencia
de Héctor Cúper puede resultar clave en la decisión final de
Alemany. De hecho, el regreso del argentino -firmó un contrato de
tres temporadas- se produjo en buena parte por el empeño del
mandatario.
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