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A.P.|PARÍS
Nikolay Davydenko lleva todo el torneo, todo el año, avisando de que no se le puede dejar jugar. Está siendo uno de los grandes protagonistas de la temporada y ya se perfila como finalista de Roland Garros. Ayer volvió a evidenciar ante Tommy Robredo que si toma la iniciativa en el juego es un rival muy difícil de batir. El ruso ganó en el quinto set (3-6, 6-1, 6-2, 4-6 y 6-4) cuando su físico estaba tocando techo y se metió en las semifinales que mañana le enfrentarán a Mariano Puerta, vencedor (6-2, 3-6, 1-6, 6-3 y 6-4) del duelo argentino que le enfrentó a Guillermo Cañas. Hoy se disputan las semifinales femeninas.

Nikolay Davydenko firmó ayer uno de esos duelos que pueden encumbrarle al mejor resultado de su carrera deportiva. Viene advirtiéndolo en los diez días previos, especialmente en los octavos de final cuando se deshizo de Guillermo Coria, y ayer volvió a mostrar un gran nivel ante Robredo. Es un tenista al que le gusta que los intercambios sean rápidos, que pega muy fuerte a la pelota, y que por el momento está siendo superior a sus rivales. Porque ante Robredo, aunque el catalán forzara el quinto set, siempre dió la sensación de que ganaría el partido.

Su rival en semifinales será Mariano Puerta, la gran sorpresa del torneo. El jugador argentino le dijo a su mujer tras conocer el sorteo que si ganaba a Ljubicic en primera ronda alcanzaría las semifinales. Y ayer cumplió con su palabra. De vuelta al circuito tras dar positivo en 2003, Puerta no para de crecer. El verdugo de Carlos Moyà en tres torneos este año eliminó en el choque argentino a Guillermo Cañas en un partido extraño, en el que los dos jugadores tuvieron aportunidades. Su juego algo anárquico puede darle opciones ante Davydenko, aunque la sensación es que si el ruso supera sus problemas físicos será el favorito en ese duelo.