Mateu Alemany, en la comparecencia de prensa que ofreció ayer y en la que explicó que abandonaba el club. Foto: TERESA AYUGA

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Llegó solo. No estuvo flanqueado por ningún consejero. Era el último día en el que iba a hablar como presidente del Real Mallorca SAD, pero eso tampoco le angustió. Fue claro, conciso, incluso trató de ser breve. Dijo que se marchaba, que lo hacía por motivos personales, y que a partir de ahora se abría un ciclo histórico que iba a estar minado de éxitos. Mateu Alemany no quiso esperar al consejo de administración del miércoles y comunicó ayer que acometía su último acto enfundado en el traje de presidente. Se despide una porción de la historia del Mallorca y lo hace dejando el club en un momento de «estabilidad institucional y deportiva». Nadie ha logrado convencer a Mateu Alemany, ni siquiera Cúper. Tampoco ese grupo de consejeros y amigos que se citaron con él la pasada semana. Nadie ha logrado variar la decisión del gestor mallorquinista, que ayer dijo que se larga. El desgaste que ha sufrido en los 16 años que lleva vinculado al Mallorca y en especial el deterioro que ha sufrido esta temporada han sido determinantes. Por eso aseguró Alemany que la determinación que ha tomado ha sido «madurada» y que no era vinculante al futuro deportivo del equipo. Se hubiera despedido también en Segunda.

Mateu Alemany ha comunicado en los últimos días a todo el personal del club y al consejo de administración que su ciclo en la entidad se había agotado. La planta noble de Son Moix va a cambiar de nombres, de rostros, incluso de talante. En la reunión de hoy en Son Moix del consejo de administración se nombre a Vicenç Grande como su sucesor, y que el escenario dentro de la SAD balear sea muy distinto. Grande, pese a que en numerosas ocasiones había manifestado que no quería ser el presidente, pretende asumir el control del consejo. El promotor inmobiliario posee actualmente el 27% de las acciones del club y, junto al paquete del 10% que ostentan juntos José Miguel García e Ignasi Esteve, pasará a controlar el 37%. Grande quiere sindicar también el 14% de los títulos que posee Miquel Vaquer (seguirían a nombre de Vaquer, pero el poder ejecutivo lo tendría Grande) para alcanzar el 51% de las acciones.

Es una negociación pactada con antelación, a pesar de que Vaquer sigue insistiendo en que sólo sindicará sus acciones si existe un proyecto ambicioso y unificado. Lo que es una incógnita es saber si el resto de consejeros seguirá en el club. Miquel Dalmau, Vicenç Rotger, Toni Tugores, Francisca March, Alvaro Delgado y Joan Buades podrían plantearse la venta de sus títulos tras la marcha de Alemany, algo que dejaría al empresario Vicenç Grande con una cuota de poder todavía más amplia dentro de la entidad mallorquinista. Es evidente que existe una fractura importante dentro del la sociedad anónima mallorquinista, por lo que el consejo de administración de esta tarde va a ser muy duro de digerir. Alemany no quiso desvelar ayer ninguna de las claves del futuro institucional del Mallorca, pero es evidente que va a ser complicado que sea tranquilo.