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Llegó al Mallorca durante el estio de 2003; dos años después ha agarrado la presidencia del club y también su control accionarial. Vicenç Grande abandonará esta tarde la reunión del consejo de administración de la SAD balear como nuevo jefe y también con más del 50 por ciento de los títulos de propiedad en el bolsillo. Grande, que tras la salida de Bartomeu Cursach asumió el cargo de vicepresidente, había condicionado su llegada a la poltrona de la entidad a su control accionarial, algo que logró días atrás pactando con Miquel Vaquer, que en principio debe sindicar el 14'6 por ciento de los títulos que posee en favor de Vicenç Grande. Con esta maniobra, el promotor inmobiliario, pasará a administrar un 51% del accionariado del Mallorca, lo que le concede un poder absoluto. Tras la adquisición de un porcentaje de los títulos que puso a la venta Cursach durante el verano pasado y gran parte de las acciones que se reservaron para una suscripción popular, Grande se convirtió meses atrás en el consejero con un mayor paquete accionarial (27'29%), si bien un pequeño porcentaje de estos títulos están a nombre de hijo Víctor.

A estos números hay que añadir las participaciones que manejan José Miguel García (5'46%), otro empresario vinculado a la construcción que llegó al Mallorca de su mano, e Ignasi Esteve (5'46%), un hotelero que también se incorporó al consejo de administración de la SAD balear durante el verano pasado y que siempre se ha alineado con Vicenç Grande. Pese a que públicamente siempre se había mostrado reticente a asumir la presidencia del club, el propietario de Drac abrirá hoy un nuevo ciclo. «Sólo seré presidente si controló más del cincuenta por ciento de las acciones», subrayó ayer Vicenç Grande a esta redacción, además de reconocer que «durante las últimas horas se han realizado varios movimientos, pero hay que esperar a la reunión del consejo».

El nuevo presidente del Mallorca y también máximo accionista no quiso confirmar su acuerdo con Miquel Vaquer, ni tampoco quiso especular sobre los cambios que se intuyen en el consejo de administración. De hecho, uno de los grandes interrogantes que planean ahora sobre el club bermellón se centra en el posicionamiento que asumirán los directivos más próximos a Mateu Alemany, como puede ser el caso de Miquel Dalmau, Francisca March, Joan Buades, Alvaro Delgado o Vicenç Rotger. Este amplio grupo de consejeros, junto a Miquel Vaquer, mantuvieron el pasado jueves una reunión con Alemany para «exigirle» su continuidad en la presidencia. Pese a la presión que ejercieron, Alemany no quiso dar vuelta atrás y ayer en Son Moix hizo oficial su renuncia. Ante esta tesitura, durante las últimas horas se ha especulado en torno a la posibilidad de que los consejeros más próximos al presidente decidan abandonar sus cargos en el consejo de administración y vender sus acciones. «Se están diciendo muchas cosas, pero hoy saldremos de dudas. Yo estoy dispuesto a vender y a comprar», advirtió Vicenç Grande.