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No son unos Juegos Olímpicos, pero a pequeña escala, presentan los mismos alicientes y la logística del evento que supone la culminación del trabajo de todo deportista. Una escala previa suelen ser los Juegos Mediterráneos, que tras cuatro décadas regresan a España para convertir a Almería en epicentro deportivo deMare Nostrum entre los días 24 de junio y 3 de julio. Y para mantener la dinámica, Balears se ha propuesto pulverizar todos los registros, que llevarán hasta tierras andaluzas a una veintena de deportistas y un grupo de técnicos que atesoran un buen puñado de opciones de medalla. Algunos de ellos vivieron en Atenas su bautismo olímpico y aquí tienen una ocasión de oro para resarcirse y perpetuarse entre los mejores. Un total de 24 modalidades, 4000 deportistas, 21 países, 8000 voluntarios y 30 instalaciones resumen el calado de unos Juegos que prometen emociones fuertes. Sin lugar a dudas, los buques insignia de la representacion balear son Felipe Vivancos, Marco Rivera y Moisés Sánchez. Con el pasaporte olímpico bajo el brazo, tendrán pocos rivales. El vallista ibicenco, recordman nacional, huele a finalista en Pekín y en Almería. Al pelirrojo nadador del Valenciano nadie le puede discutir su progresión en los últimos meses, mientras que el luchador es la gran apuesta de futuro de una especialidad con amplio acento mallorquín.

Pero en los deportes de masas también hay cartel. El mallorquinista Iván Ramis es un fijo en la zaga de la selección española sub-22 de fútbol, de la misma manera que Alfons Alzamora, que repite en los Juegos Mediterráneos con la selección B de baloncesto y a las órdenes de Joan Creus. La pívot menorquina Paula Seguí ha sido invitada por el combinado femenino. Mar Sánchez está inscrita en pértiga, y la tenista Nuri Llagostera deberá certificar sus excelentes números en Roland Garros sobre la misma superfície. Sin ningún género de dudas, es la lucha la gran sensación. Moisés Sánchez (grecorromana, 66 kilos), Francisco Sánchez (libre olímpica, 55 kilos), Vicente Lillo (grecorromana, 55 kilos), Sara Sánchez y María del Mar Serrano forman el bloque. Una garantía de éxito total.

El boxeador José del Río, recién admitido en el Plan ADO, gozará de su momento en el programa de los Juegos, de la misma manera que las nadadoras María Fuster y Tatiana Rouba, ambas del CN Palma. En tiro olímpico, Nuria Vega sigue creciendo y en Almería pondrá a prueba su carabina neumática. María Bennàssar, en Foso Olímpico, también ha entrado en la convocatoria. En el campo de regatas, Marc Patiño y eformenterenc Omar Juan, ponen a prueba su 470, al igual que Marina Gallego, haciendo pareja esta última con Berta Betanzos. Pero si algo distingue a los Juegos Mediterráneos es la aparición en el programa de especialidades alejadas de las primeras páginas. Es el caso de la petanca, que a nivel balear ha logrado éxitos brillantes que podrán tener continuidad en la Plaza de Toros de Almería, marco elegido para la disputa de las competiciones. María José Pérez, campeona mundial, y Roberto Carlos López, quinto del mundo, se han ganado su billete para Almería y serán el estandarte de la petanca del archipiélago entre los mejores jugadores de este punto del planeta. La lista puede engrosarse, a expensas de cerrarse el plazo de inscripción a lo largo de la jornada de hoy. Los atletas Guillem Vidal, Cati Oliver y Mario Avellaneda pueden tener su última ocasión.