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REAL MADRID 88
TAU VITORIA 82

REAL MADRID (15+22+23+28): Sonko (7), Bullock (23), Hamilton (14), Hervelle (3), Reyes (15) -cinco inicial-, Fotsis (5), Gelabale (4), Burke (11), Herreros (5) y Larrañaga (1).

TAU VITORIA (19+16+11+36): Calderón (15), Macijauskas (11), Vidal (13), Scola (16), David (4) -cinco inicial-, Splitter (2), Betts (2), Prigioni (5), Gabini (5) y Hansen (9).

Arbitros: Ramos, De la Maza y Guirao. Excluyeron por personales a Scola (m.34), Splitter (m.38), Sonko (m.39), Hansen (m.40) y Calderón (m.40). Señalaron técnica y, a continuación, técnica descalificante al técnico del Tau, el serbio Dusko Ivanovic, por protestar (m.38).

Jorge Muñoa|MADRID

El Real Madrid salvó la muerte súbita del cuarto partido y aplazó hasta mañana la resolución del título en otra tarde de pasión en Vistalegre que capitalizó en el tercer cuarto y que el Tau, como siempre, trató de enderezar hasta la bocina, aunque esta vez sin éxito. La final 2004-05 quedará en el recuerdo como la más igualada de las veintidós hasta ahora disputadas. En el campo y en el marcador (239 a 234 hasta el tercer choque), el Real Madrid y el Tau de Ivanovic están dando a la ACB la dimensión que realmente se merece. El Tau, que ha dominado el tanteador las tres cuartas partes de los minutos totales jugados en la eliminatoria, soportó un auténtico vendaval que le dejó al borde de la asfixia. El parcial del periodo habla por sí mismo: 23-11. El Madrid logró la mayor diferencia de la que había disfrutado en toda la serie con 48-37 (m.25). Todo un botín. Bien, pues los convirtió en un tesoro en los últimos coletazos del corte al situar la brecha en dieciséis tantos (60-44).

Todo un correctivo para el cuadro vasco y todo un dato para el Madrid porque el Tau no ha remontado nunca más de quince puntos en toda la temporada. Además, el equipo de Dusko Ivanovic, que acabó el partido descalificado por una doble técnica (m.38), había llevado la situación bajo control hasta entonces, como en el choque que valió el 2-1. Scola brilló sobremanera en el primer cuarto. De sus manos salieron doce de los diecinueve puntos anotados por los visitantes en al acto de apertura. Dejó al Madrid de nuevo con mucha dudas sobre las posibilidades de forzar el desempate. También trabajó bien el Tau en el segundo corte, aunque en el último respiro cedió la iniciativa a los de casa (37-35).

Quizá sea anecdótico, pero en el baloncesto, ya lo dice Maljkovic, no hay pequeños detalles. El hecho de entrar al vestuario por delante en el marcador obró un efecto multiplicador en el Madrid. La salida de los madridistas al tercer tiempo rompió la estabilidad del Tau, que encallaron de nuevo contra la defensa igual que en la conclusión del primer partido de la serie. El Madrid construyó esa barrera de dieciséis puntos que nadie o muy pocos esperaban en un duelo tan equilibrado como esta final y dio un paso al frente. Los vascos, de todas formas, no se distinguen por tener la mandíbula de cristal precisamente. Porfiaron de nuevo por el título en el cuarto de cierre con un buen parcial de salida y apretaron el partido hasta 69-65 (m.37).