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Carlos Montes de Oca|GETAFE
Una inoportuna gastroenteritis dejó fuera de combate a Toni Prats y zanjó de un plumazo el dilema sobre la titularidad bajo los palos. El de Capdepera se cayó a última hora del equipo y le tocó a Moyà volver a enfundarse los guantes en el Coliseum Alfonso Pérez, un estadio que le traía muy buenos recuerdos, pero que ayer fue testigo de una nueva actuación plagada de contrastes.

Las alarmas se activaron la noche del martes, cuando Prats empezó a sentirse indispuesto como consecuencia de sus problemas estomacales. El meta mallorquín puso el caso en conocimiento del médico de la expedición y éste le diagnosticó los medicamentos necesarios para que se recuperase, pero tras tener superar una mala noche, el jugador no tenía las fuerzas necesarias para saltar al terreno de juego con las máximas garantías y Cúper le dió de nuevo el mando a Moyà. Sin embargo, existía en el club balear una preocupación evidente, ya que cualquier otro imprevisto que hubiera podido surgir a lo largo del partido con el de Binissalem hubiera dejado al equipo en una situación precaria.

En cualquier caso, la mala suerte parece haberse apoderado de la portería rojilla, que está viviendo una temporada llena de decepciones. Tras el error de Moyà en Barcelona, todo hacía prever que Prats iba a ser el inquilino del arco bermellón, pero el protagonismo degabellí resultaba efímero y le tocaba al internacional sub'21 custodiar la puerta balear en Getafe.

Inesperado
Era una titularidad inesperada y quizá por eso a Moyà volvieron a traicionarle los nervios y el delicado estado de su autoestima. El de Binissalem erró en el único tanto de los madrileños, pero después supo reponerse del fallo y fue también el autor de algunas intervenciones de mérito que evitaron que la ventaja de los locales fuera creciendo.

El año pasado y en ese mismo estadio, Moyà se había erigido en uno de los protagonistas del encuentro y fue uno de los artífices del que fue el primer triunfo del Mallorca fuera de su terreno de juego (1-2). Sus intervenciones fueron claves para el equipo y salvó dos puntos de oro en el último suspiro.