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Si el viernes Chema Olazábal ya presentaba de manera firme su candidatura, la de ayer fue la jornada de la connsolidación de la misma sobre el trazado de Pula. Un campo que conoce palmo a palmo y que le va a permitir estrenar su palmarés en el Mallorca Classic, uno de los pocos torneos que faltan en su hoja de servicios. El golfista donostiarra domina tras la tercera vuelta con seis golpes bajo el par tras una jornada marcada por el viento, que complicó la labor a los profesionales. Olazábal consiguió dos birdies y dos bogeys para totalizar setente golpes, el par del campo, y un global de 204 (seis bajo el par), que le ubican en lo más alto de la clasificación.

La segunda plaza es patrimonio del inglés Paul Broadhurst y el danés Soren Hansen, que firman una tarjeta global de 205 goles (-6). Broadhurst y Olazábal fueron los grandes protagonistas del día, alternándose en la cabeza de la general. Tanto que llegaron igualados al último hoyo, en el que Broadhurst logró un bogey para sumar 72 golpes. Por su parte, Hansen logró cuatro birdies y se mostró firme a lo largo del recorrido, para quedarse con 66 golpes y dar un golpe de efecto.

Por detrás, la competencia también es feroz. El sueco Mattias Eliasson ocupa el cuarto lugar, con cuatro bajo el par. De la misma manera que el galés Bradley Dredge y el australiano Wade Ormsby.

El resto de la delegación española mantiene el tipo tras el tirón del grupo de cabeza. Así, el valenciano José Manuel Lara y el vasco Jesús Mari Arruti son séptimos, a sólo tres golpes de Chema Olazábal, sumando en su haber un total de 207 golpes, tres bajo el par.

Otro de los grandes protagonistas de este Mallorca Classic, Sergio García, no estuvo muy fino. El castellonense tendrá difícil retener su corona, y tras realizar cinco birdies y seis bogeys, se quedó en 71 golpes, para un total de 209 (-1), lo que le llevan hasta el 17º puesto, a cinco golpes de Olazábal. Tampoco tuvo excesiva fortuna Miguel Àngel Jiménez, el primer ganador del torneo mallorquín inmerso en el Circuito Europeo de la PGA. El golfista malagueño tuvo problemas con el putt, quedando en su haber 72 golpes para 210. El par del campo que le sitúa en el puesto 22º, empatado con Gonzalo Fernández-Castaño, que se juega su participación en el Volvo Másters de la próxima semana y el seguir entre los mejores.

El desenlace del Mallorca Classic 2005 se presenta apasionante, pero Chema Olazábal, esta vez sí, tiene todas las papeletas para hacerse con un triunfo que le motiva y que persigue desde hace varias entregas. Todo un lujo para un torneo que hoy conocerá a su nuevo ganador. Será a las 17.45 horas, cuando en egreen 18 se ponga el colofón a una semana de golf del más elevado nivel.

Prudencia
Después de la segunda jornada y con casi todo ya decidido, Chema Olazábal seguía exhibiendo un discurso prudente, sabiendo que puede pasar de todo en el tramo más decisivo del Mallorca Classic. «Les hemos abierto la puerta a muchos jugadores. Las posibilidades siguen ahí, pero no sé por qué razón, ha sido muy difícil hacer un buen resultado. Al final del día, el par ha sido suficiente y eso es un síntoma claro de cómo han ido las cosas», explicaba el doble ganador del Másters de Augusta y reclamo de este Mallorca Classic 2005.

A la par, el profesional donostiarra recalcó que «hay que seguir jugando, cualquiera que esté entre cuatro o cinco golpes, puede ganar el torneo perfectamente. Está abierto, muy interesante para jugadores y aficionados. Por ello, no cabe ningún descuido y tendremos que jugar a un elevado nivel».

Sobre las prestaciones del campo, el actual líder de la clasificación destacó que «los greenes no están bien, la velocidad no es la misma en unos y otros, y estoy de acuerdo en eso, no sé si es por la lluvia o porque algunos se han terminado de hacer hace dos meses apenas y todavía deben asentarse», admitió el jugador.

Por su parte, Sergio García no estaba nada contento con sus prestaciones en Pula. «No quiero ni pensar en el resultado. Es frustrante, estos greenes pueden conmigo. No es que estén en malas condiciones, pero son nuevos y con la lluvia están complicados de leer. En dos o tres años, seguro que será un gran campo de golf». Pese a todo, el castellonense recuerda que «todavía hay opciones para poder ganar. Lo he intentado casi todo, pero he fallado varios putts. En definitiva, que hay días en los que las cosas no te salen», finalizó.