El nombre de Sergio Ballesteros aparece en la lista que maneja el
Real Valladolid para reforzar la defensa en el mercado invernal. El
central valenciano, que no entra en los planes del entrenador del
Mallorca, Héctor Cúper, es uno de los futbolistas preferidos por el
secretario técnico pucelano, José Luis Pérez Caminero, que ha
avalado su contratación. De momento, el deseo del futbolista es
cumplir su contrato, que finaliza el 30 de junio de 2008, aunque el
ostracismo al que está sumido desde su expulsión en el Bernabéu, en
la sexta jornada, puede invitarle a meditar un cambio de aire. Las
buenas relaciones entre ambos clubes ya propiciaron en verano la
marcha de Iván Ramis y del juvenil Carlos Carmona. Además, en el
conjunto de Zorrilla juega desde hace dos temporada otro
mallorquín, Julián Robles.
Fichado hace dos veranos del Villarreal, Ballesteros está
viviendo una campaña extraña. Titular en las seis primeras jornadas
del curso, su expulsión en el Santiago Bernabéu cortó de cuajo sus
presencias en el once. Desde entonces, el central valenciano ha
desaparecido del mapa. Apenas ha entrado en alguna convocatoria y
la mayoría de los encuentros los ha seguido desde su domicilio o la
tribuna. Incluso Héctor Cúper ha optado por reconvertir a un
lateral como Fernando Navarro en defensa central antes de
entregarle de nuevo los galones a Ballesteros. El entrenador
argentino siempre ha asegurado que la exclusión de Ballesteros
obedece exclusivamente a motivos «deportivos», aunque no deja de
ser extraño el cambio de status que ha experimentado su situación
desde aquella bofetada a David Beckham que desembocó en su segunda
expulsión en las seis primeras jornadas de campeonato.
Si el pasado de Ballesteros no invita al optimismo, su futuro
tampoco pinta demasiado bien. El técnico de Chabas quiere reforzar
el vestuario con otro defensa central, una muestra más de las
dificultades que tendrá Ballesteros en esta segunda parte del
curso. El hecho de haber disputado ya seis partidos no le permite
recalar en otro club de Primera División, por lo que la opción del
Valladolid, que parte con la obligación de ascender, es una de las
que contempla. No obstante, el valenciano insiste en su intención
de seguir en la Isla al menos durante la presente temporada. Por
otra parte, la plantilla del Real Mallorca reanudará esta mañana
los entrenamientos en la Ciudad Deportiva Antonio Asensio después
del descanso de la jornada de ayer. Los jugadores comenzarán a
preparar el encuentro del próximo domingo, en el estadio de Son
Moix, ante el Real Betis de Serra Ferrer, que se presenta en Palma
en una delicada situación. La plantilla se entrenará a la espera de
la incorporación del argentino Leonardo Pisculichi, que tiene
previsto llegar a la Isla en las próximas horas para estampar su
firma y convertirse en el primer fichaje del mercado de invierno,
un alta que propiciará la salida inmediata de uno de los jugadores
extranjeros, siendo el argentino Peralta y el japonés Okubo los
principales candidatos a abandonar la disciplina mallorquinista en
los próximos días.
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