Imagen del centrocampista griego Angelos Basinas, ayer, a su llegada al aeropuerto de Son Sant Joan. Foto: MONSERRAT

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Angelos Basinas (Esparta, 3-1-1976) aterrizó ayer en el aeropuerto de Son Sant Joan para concretar la operación que va camino de convertirle en el tercer refuerzo del Real Mallorca en el mercado de invierno. El centrocampista griego, que no tiene equipo desde que el verano pasado se desvinculara del Panathinaikos tras diez temporadas militando en la escuadra ateniense, llegó a la Isla acompañado de su representante con el objetivo de sentarse hoy con los responsables de la SAD balear, que siguen pendientes del mercado para tratar de hacerse con los servicios de un delantero.

Basinas llegó alrededor de las 22:00 con la ilusión de regresar al fútbol profesional y sin ganas de adelantar acontecimientos. El internacional griego, que se midió al Real Mallorca en la segunda jornada de la Liga de Campeones el 19 de septiembre de 2001, no desveló sus intenciones y aplazó sus respuestas al día de hoy una vez que conozca de primera mano las del club isleño.

El centrocampista de corte defensivo se limitó a ofrecer su particular visión sobre el Real Mallorca y opinó que «es un buen equipo, con buenos jugadores y un buen entrenador». Basinas, que asistió a Angelos Charisteas en el tanto que decidió la final de la Eurocopa a favor de la selección griega ante Portugal, aplazó sus valoraciones sobre el interés mallorquinista y su intención de defender la elástica rojinegra. Y es que el ex jugador del Panathinaikos prefiere esperar a estampar su firma en el contrato una vez que haya pasado la pertinente revisión médica, un procedimiento que cobra especial interés teniendo en cuenta que el internacional lleva medio año alejado de la competición oficial.