Héctor Cúper, abatido, durante un reciente partido del Real Mallorca. Foto: MONSERRAT

TW
0

Héctor Raúl Cúper se desligará en las próximas horas de la disciplina del Real Mallorca. El técnico argentino, superado por los últimos acontecimientos y por la crisis que sufre ahora mismo el conjunto balear, presentará hoy la carta de dimisión a la SAD isleña y oficializará finalmente su marcha después de que la entidad le dé el visto bueno. El de Chabas, que tenía contrato hasta el 30 de junio de 2007, ni siquiera dirigirá el entrenamiento que estaba previsto para esta mañana en Son Bibiloni y será el técnico del filial, Tomeu Llompart, el que coja las riendas de la primera plantilla de forma provisional.

Cúper ofreció su última rueda de prensa en Son Moix el pasado domingo y ya entonces dejaba entrever las diferencias que existían entre él y el resto de la plantilla. «El equipo está muy golpeado, todos lo estamos. Necesitábamos esta victoria, pero no pudo ser. El momento es complicado, difícil. Se están buscando todas las maneras para que el equipo pueda levantar un poco el espíritu, para mejorar, pero nos cuesta mucho. Hoy era importante ganar por el golpe de ánimo, pero tampoco pudo ser. No estamos en el camino para levantar esto», reconocía durante su breve intervención ante los medios de comunicación. Ayer, desde la calma que le otorgaba la jornada de resaca, decidió que era la hora de cerrar se segunda aventura en Palma y que tenía que apartarse para evitar un desastre mayor. Hoy se despedirá entre una multitud de micrófonos similar a la que le recibió en noviembre de 2004 y el equipo tomará una nueva dirección aún por determinar.

La situación de Cúper en el banquillo isleño se había enrarecido en las últimas horas, aunque casi nadie imaginaba un desenlace tan acelerado. Después de empatar ante el Getafe y recibir una sonora bronca por parte del público de Son Moix, el técnico compareció en rueda de prensa y reconoció que la mala racha estaba empezando a superarle, pero daba la sensación de que iba a seguir intentándolo al menos durante un par de jornadas. Sin embargo, Cúper no se veía ya con fuerzas para reflotar al equipo y cedió a la presión a la que había sido sometido. El técnico cree que su continuidad en el banquillo de Son Moix no va a conseguir acabar con la desastrosa tendencia del equipo en la Liga y ha optado por cederle su puesto a otro entrenador con las ideas renovadas. El argentino cree además que el Mallorca aún tiene tiempo para salir a la superficie y que si se marcha a estas alturas de la competición el equipo el equipo tendrá mucho tiempo por delante para rectificar y dejar el pozo en el que se encuentra.

El suculento contrato que había firmado al regresar a la Isla el curso pasado se había convertido en un lastre para la entidad balear, que estaba totalmente maniatada a la hora de valorar su posible destitución. El propio Cúper, que era consciente de esta situación, se adelantó a esa polémica y alzó la voz en la recta final de la temporada pasada, cuando parecía que el equipo estaba totalmente abocado al descenso. El argentino recordó que el dinero no iba a ser un problema a la hora de finiquitar su contrato y recordó publicamente que si él no era el más indicado para llevar al conjunto isleño a la permanencia, no iba a imponer ningún tipo de traba en el aspecto económico. Ese mismo discurso se había repetido también a lo largo de esta temporada y viendo lo que se avecinaba y como se encuentra ahora mismo la plantilla, ha decidido dar un paso al frente.

Pese a lo sorprendente de la noticia, la de ayer no era la primera vez en la que Cúper ponía su cargo a disposición del club. El presidente, Vicenç Grande, reveló hace sólo unos meses que el técnico había renunciado a seguir al frente de la plantilla pocas horas después de la eliminación copera ante el Alcoyano, coincidiendo con el desplazamiento de la octava jornada a Villarreal. En aquella ocasión, el presidente hizo oídos sordos a la propuesta que le había presentado el sudamericano y le renovó su confianza, pero ahora, cuatro meses después de todo aquello la relación entre el técnico y el club parece totalmente acabada.