Después de su exhibición ante el Madrid, resulta inexplicable que
hasta hace apenas un mes entrenara en solitario, se ejercitara por
su cuenta en busca de algún vestuario en el que desarrollar su
trabajo. Tras repartir talento y músculo por Son Moix y llamar la
atención del puñado de ojeadores de la Premier presentes en las
gradas, Angelos Basinas (Esparta, 1976) se ha convertido en el eje
de la recuperación, en el pilar básico del proyecto Manzano. En
sólo tres partidos, en apenas 200 minutos, el griego ha tenido
tiempo para mostrar su repertorio, una mezcla de visión y fuerza,
que le ha proporcionado al Mallorca un puñado de puntos y recuperar
una estirpe de que parecía enterrada.
Desde la marcha de Vicente Engonga en el verano de 2002, el club
balear no ha sido capaz de encontrar a un sustituto ideal, a un
pivote capaz de repartir las cartas y pasar la escoba en la sala de
máquinas. Por aquí han desfilado tipos como Lozano -que ofreció un
rendimiento notable- Colsa, Nagore, Pereyra, Felipe Melo, Farinós,
Borja...ninguno ofreció la seguridad y la clase que está mostrando
Basinas. Y es que este centrocampista heleno de apariencia frágil
reúne el talento y la precisión en el pase de Galca y el poderío
físico de Engonga en la recuperación. Dos medios de referencia en
la historia reciente del Real Mallorca.
La explosión de Constantin Galca en la Isla fue espectacular.
Aunque sólo permaneció una temporada en el Mallorca (96-97), el
rumano contribuyó al ascenso a Primera División en el verano de
1997 con un puñado de goles y asistencias. A pesar de realizar la
pretemporada con Héctor Cúper, el rumano se marchó al Espanyol, que
le ofrecía mejores condiciones económicas. Basinas recuerda en
apariencia a Galca por su forma de trotar y su visión de juego, si
bien el rumano era zurdo cerrado y el griego es diestro.
El club balear tapona la hemorragia con Vicente Engonga.
Defenestrado en el Valencia, el pivote pide turno desde el primer
día. Cúper le da los galones y el medio responde. De hecho, Camacho
le convierte en internacional a pesar de superar los 30 años. Su
facilidad para distribuir el balón y, a la vez, destruir el juego
del contrario, es una de las claves para las grandes temporadas del
Mallorca, culminadas con su presencia en la Liga de Campeones.
En el pasado mercado invernal, Nando Pons se sacó un conejo de
la chistera. El secretario técnico recomendó el fichaje de Angelos
Basinas, que había dejado el Panathinaikos a finales de agosto y se
encontraba sin equipo. Buen conocedor del fútbol internacional, a
Nando Pons le llamó la atención la situación laboral de un
futbolista campeón de Europa con Grecia y fijo en el Panathinaikos
que estaba en el paro. Así, sin hacer ruido, Basinas llegó a la
Isla para someterse a un plan específico de entrenamiento después
de varios meses de inactividad. El griego debutó de la mano de
Cúper ante el Getafe. Entró en el segundo tiempo y de inmediato
mostró su calidad con un pase a Pisculichi, un centro del argentino
y un remate de Arango. Siete días después, ya con Manzano en el
banquillo, Basinas fue titular y completó un partido magnífico.
Asistió a Pisculichi en la acción del 0-1. Y el pasado domingo,
secó a Zidane y le dio el gol del triunfo a Arango.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.