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El Mallorca vuelve a acaparar protagonismo. Casi dos años después de su última hazaña, de aquel triunfo ante el Real Madrid en el Bernabéu con Luis Aragonés en el banquillo y Samuel Etoo en plan estelar (2-3), el grupo isleño se ha vuelto a dar un paseo por todas las portadas. La exhibición del pasado domingo todavía recorre todos los rincones del mallorquinismo. Por séptima ocasión desde el regreso a la nobleza, el Madrid dobló la rodilla frente al Mallorca. Esta vez, en cambio, el baño fue grandioso. Espectacular. Y sin la participación de Samuel Etoo, protagonista directo de las últimas debacles blancas frente al equipo isleño, que vivió ese duelo desde el palco del estadio de Son Moix vestido de paisano. La victoria, además, supone el primer gran triunfo desde que Vicenç Grande accedió a la presidencia.

Con la lluvia cayendo con fuerza sobre Son Moix, el conjunto isleño tiró de todo su repertorio táctico, físico y mental para desarbolar a las supuestas estrellas blancas en el segundo acto. Pisculichi y Juan Arango trasladaron la superioridad al marcador.

Pero no brillaron sólo los puntas. El encuentro del griego Angelos Basinas ha dejado en evidencia a todos los secretarios técnicos del mundo...excepto a Nando Pons. Viendo el partido que se calzó el heleno, es inexplicable que este futbolista estuviera en el paro hasta hace apenas un mes. También el encuentro de Ballesteros rozó la matrícula de honor. O el de Tuni. Incluso el de Arango, que parece haber recuperado el nivel de comienzos de temporada después de varios meses de tormento.

La victoria truncó una racha de cuatro meses, seis partidos consecutivos, sin ganar en Son Moix, un estadio que se había abonado a la variante. El Mallorca, además, cortó de cuajo la racha madridista -seis triunfos consecutivos en la Liga- que no facturaba una derrota en Son Sant Joan desde la temporada 2000-01, cuando aquel equipo dirigido por Luis Aragonés se impuso por 1-0. Sus últimas visitas por aquí habían desembocado en goleadas, en paseos militares.

La tromba de fútbol que descargó el domingo sobre Son Moix ha tenido repercusiones inmediatas en la clasificación. El grupo balear ha pasado de la última posición a estar dos puntos por encima del infierno. Suma dos victorias consecutivas por primera vez en el presente campeonato y la plantilla destila optimismo desde la llegada de Gregorio Manzano hace hoy dos semanas. Eentrenador milagro le ha lavado la cara al equipo bermellón a base de psicología y libertad, de toque y buen fútbol.