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Javier García-Ochoa|SAKHIR (BAHREIN)
Fernando Alonso (Renault), campeón del mundo, perdió la primera fila de la formación de salida del Gran Premio de Bahrein, primera prueba del Mundial de Fórmula Uno, pero no la esperanza de conseguir la victoria. Fue un pequeño error en la curva once lo que le impidió marcar el mejor tiempo en la sesión definitiva de clasificación para establecer la formación de salida, con los diez mejores coches en pista, y, aunque dio otra vuelta suplementaria al límite del tiempo, los neumáticos habían perdido parte de su eficacia y sólo pudo ser cuarto. Los Ferrari del alemán Michael Schumacher y el brasileño Felipe Massa ocuparán en la jornada de hoy la primera fila de la formación de salida, seguramente porque llevan menos gasolina que Alonso y que el británico Jenson Button (Honda), que ha ocupado la tercera posición.

La jornada de ayer fue muy difícil por la tormenta de arena que desde primeras horas de la mañana azota Bahrein y que ha depositado una fina capa en la pista del circuito de Sahkir, por lo que los pilotos en cuanto se salían de la trayectoria tenían muchas posibilidades de perder el control del coche. Esa suciedad de la pista es lo que ha causado ese error a Alonso, como le ha sucedido a casi todos los pilotos, incluido el alemán Michael Schumacher, que se fue muy largo en la primera curva. La nueva sesión de clasificación, denominada del KO, en la que se eliminan a los seis peores tiempos al final de dos periodos de quince minutos, para que luego los diez supervivientes se disputaran las cinco primeras filas de la formación de salida, ha resultado estresante.

Las carreras pasan, las temporadas pasan, pero el gafe continúa para el finlandés Kimi Raikkonen (McLaren-Mercedes), eliminado en la primera sesión al romperse el trapecio de la suspensión trasera derecha de su monoplaza, que produjo también la rotura del alerón y casi un vuelco cuando la rueda se desprendió del todo de la suspensión y el coche se subió por encima de ella. Raikkonen, que logró llegar a boxes con la rueda arrastrando por el cable de seguridad, motivó la suspensión momentánea de las pruebas y el pánico de los pilotos y equipos que no habían logrado aún un tiempo, porque quedaban sólo cuatro minutos y medio, tenían que dar dos vueltas y no cometer ningún fallo.