El Piacenza se enfrentará en la final al Son Amar.

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SON AMAR PALMA 3
VOJVODINA NOVI SAD 0

SON AMAR PALMA: Moltó (5), Ruette (15), Porporatto (11), Freitas (10), Falasca (7) y Antiga (7). Alexis González (líbero).

VOJVODINA NOVI SAD: Peric (2), Bojovic (11), Roljic (8), Podrascanin (6), Jovanovic (1) y Narancic (7). Samardzic (líbero). También jugaron Petrovic (1), Vemic (-) y Kisic (-).

Àrbitros: A. Hutaniska (Suizo) y P. Groenewegen (Holandés).

Parciales: 25-13 (18 min), 25-19 (21 min) y 25-23 (22 min).

Incidencias: Primera semifinal de la Final Four de la Copa Top Teams. 3.800 espectadores. Se guardó un minuto de silencio por las víctimas del 11-M.

Amador Pons

El Son Amar Palma está un poquito más cerca de convertirse en el primer equipo español que se alza con un título europeo. El grupo balear arrolló ayer a la Vojvodina de Novi Sad y se plantó en la Final Four de la Copa Top Teams. Fue un duelo más sencillo de lo esperado. Los serbios acusaron el ambiente del Palau d'Esports -3.800 espectadores llenaban las gradas- y entregaron el partido muy pronto. Los mallorquines llegan a la final sin apenas desgaste y con la confianza por las nubes. Llevan 31 victorias consecutivas. Que sean 32.

Cuando preparaban este primer duelo ante la Vojvodina, los jugadores del Son Amar Palma recelaban de la juventud de sus rivales. Los de Novi Sad son un bloque muy joven y había dos opciones: que se agarrotaran o que jugaran por encima de su nivel. Fue lo primero. Y es que en los primeros minutos los serbios ya habían cedido el primer parcial. Con 2-2, el opuesto del Son Amar, Sebastien Ruette, se plantó en el saque. El francés sumó cuatro puntos seguidos (dos de punto directo y dos provocando malas recepciones) y obligó al técnico serbio a pedir el primer tiempo muerto (6-2). La apisonadora mallorquina no se detuvo pese a este parón. Un bloqueo de Porporatto y otro saque directo de Ruette permitiría aumentar la ventaja hasta el 8-2.

Parecía que la primera manga estaba decidida cuando la Vojvodina reaccionó. Crecidos por la efectividad del servicio de Podrascanin y por algún error en ataque de los baleares, los serbios hicieron crecer la incertidumbre en el Palau al situar el marcador en 11-9.

Marcelo Méndez paró el choque y sentó a sus jugadores para repasar los sistemas que más les favorecían. El descanso le fue bien al Son Amar. Consiguieron salir de esa rotación y el saque flotante de Moltó sobre Roljic hizo el resto (16-10). El partido se había puesto nuevamente de cara y Porporatto dio un golpe de autoridad al colocarle un bloqueo a Bojovic, el mejor jugador de la Vojvodina (19-12).