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Los caprichos del calendario cruzarán a Juan Arango y Javi Navarro en unas vísperas especiales. Un día antes de cumplirse el primer aniversario de la brutal agresión del central sevillista al venezolano, que le envió a la UCI con un traumatismo craneal y la fractura del hueso malar, volverán a cruzarse sobre un terreno de juego. Será la segunda vez que ambos coincidan en el césped, la primera en terreno sevillano. Aquel codazo a destiempo de Javi Navarro provocó una secuencia macabra. Una acción que dio la vuelta al mundo en un par de horas y que cortó la respiración del mallorquinismo durante muchos minutos, exactamente los mismos en los que se temió por la vida del futbolista.

El 20 de marzo de 2005, el Sevilla acudía a Son Moix como invitado de un Mallorca que atravesaba por una situación crítica. En esas estaban los dos equipos, cuando Javi Navarro reclamó la atención de los focos. Corría el minuto 40 de partido cuando Arango intentaba hacer un agujero por su carril. Navarro se había incorporado tarde a la acción y quiso liquidarla por la vía rápida. Sacó a pasear el codo con una dureza extrema y éste fue a impactar sobre el rostro del jugador rojillo con una fuerza brutal.

El venezolano se desplomó como un muñeco y empezó a agitarse en el suelo de forma preocupante. En ese momento, los monitores de televisión mostraban ya el rostro descompuesto del jugador, con los ojos en blanco y un manantial de sangre brotando de su boca. Afortunadamente, la rápida y efectiva intervención de Juan Antonio Martorell evitó la tragedia, pero el drama planeó por el estadio durante toda la tarde. Curiosamente, el colegiado Pino Zamorano despachó la jugada con una simple amonestación al central sevillista, que fue sustituido en el descanso.