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PLASENCIA GALCO 75
PALMA AQUA MÀGICA 72

PLASENCIA GALCO (21+22+19+13): Gabriel Domínguez (10), Rodney Monroe (25), Javier Salsón (6), Jesús Cilla (4), James Forrest (10) -quinteto inicial-, Rodrigo San Miguel (6), Alejandro Alloati (0), Jonathan Barceló (2), Jorge Lledó (4), José María Balmón (4) y Mario García (4).

22 de 43 en tiros de dos, 6 de 15 en lanzamientos triples y 13 de 17 en tiros libres. 28 rebotes (18 defensivos).

PALMA AQUA MÀGICA (17+20+16+19): Robert Battle (13), Robert Bergersen (16), Vallmajó (3), Shalawn Miller (16), Raymond Tutt (8) -quinteto inicial-, Josep Pacreu (4), Santi Toledo (2), Robert Maras (0) y Pedro Llompart (10).

20 de 36 en tiros de dos, 7 de 17 en lanzamientos triples y 11 de 15 en tiros libres. 21 rebotes (14 defensivos).

Àrbitros: Morales Ruiz y Carpallo Miguélez. No hubo eliminados.

R.D.|PLASENCIA

El Palma Aqua Mágica se mostró incapaz de curar sus heridas ante el Plasencia, que toma algo de aire tras haber encadendado ocho derrotas consecutivas, las mismas que ahora acumulan los inquilinos del Palau d'Esports de Son Moix en la Liga Española de Baloncesto (LEB) después de un encuentro en el que nunca llevaron la iniciativa en el marcador. El equipo de Mario Palma no consigue erradicar los síntomas que le han acompañado desde la derrota en la semifinales de la Copa Príncipe ante el Drac Inca y ayer hincó la rodilla prácticamente por inercia. Y es que la escuadra mallorquina adolece de una dinámica negativa que se traslada a todos los aspectos del juego y que afecta especialmente en partidos igualados.

De nuevo la ansiedad bloqueó a un grupo excesivamente presionado. Desde el arranque los extremeños tomaron la delantera con tres puntos y desde ahí siempre fueron por delante en el marcador encomendados a unos buenos porcentajes de tiro. Rodney Monroe se erigió en el estilete del Plasencia y en una auténtica pesadilla para los mallorquines, que no conseguían ponerse por delante a pesar de que su rival tampoco lograba poner tierra de por medio en el electrócnico.

El entramado defensivo dispuesto por Mario Palma empezó a mostrar síntomas de debilidad. Ya no sólo Monroe se movía a su antojo sino que se unía al repertorio ofensivo de los locales Rodrigo San Miguel, que hacía mucho daño a los de Ciutat con sus penetraciones y repartiendo hasta cinco asistencias. El Plasencia llegó a disponer de una máxima de nueve puntos apoyado en el buen hacer de Monroe, que logró 20 de sus 25 puntos en la primera mitad.