Gregorio Manzano volvió a acceder a la sala de prensa de Son Moix
con una sonrisa dibujada en su rostro. Después de noventa minutos
cargados de tensión e incertidumbre, el técnico jienense recuperó
su mensaje más optimista al comprobar los efectos que tenía el
triunfo sobre la clasificación. El de Bailén empieza a divisar la
luz al final del túnel y aunque prefiere esquivar los triunfalismos
hasta que los números le cubran del todo, también es consciente de
que su grupo navega en la dirección correcta. El preparador
mallorquinista, que considera que el esfuerzo de los suyos ha sido
fundamental a la hora de completar la resurrección, quiso
agradecerle publicamente a la plantilla la entrega de las últimas
semanas, pero recordó que hay que seguir trabajando como hasta
ahora para acabar de redactar el final más esperado, el de la
permanencia.
«Estoy muy contento por el trabajo que hemos realizado, pero
sobre todo por el resultado. Es un pasito más en nuestro camino,
pero tenemos que ir poco a poco», explicaba el andaluz tras
ascender a la tribuna de oradores. «El pasado domingo había quien
decía que sólo sumábamos empates, pero es realmente ahora cuando
podemos comprobar el valor de punto conseguido en Sevilla. Además
de llevar seis semanas sin perder y de haber obtenido 12 puntos en
los últimos seis partidos, me quedo con el estado en el que se
encuentra el vestuario después de este encuentro», resaltaba.
Manzano se puso en el papel del espectador y recordaba que sus
jugadores habían hilvanado muchos minutos de buen fútbol para
asegurar los tres puntos, un hecho muy significativo a la hora de
entender la mejoría que han experimentado los baleares: «Hemos
creado muchas ocasiones, llegadas y todo tipo de situaciones
peligrosas. Por eso me gustaría subrayar la entereza, la
personalidad o las ganas de estos jugadores, que han sido
merecedores de una victoria que tal vez hubiera podido ser mucho
más amplia», apuntaba.
Manzano analizó el partido desde la tranquilidad que le
proporcionaba el resultado, aunque no reculó en el momento de
reconocer que el Mallorca que había recibido la función entre
bostezos: «Este equipo suele ir calentándose poco a poco, va de
menos a más y acaba muy bien los partidos. Hoy -ayer para el
lector- ha pasado algo parecido y aunque el primer tiempo no ha
sido como el del partido ante el Villarreal, hasta que hemos
marcado nuestro gol el pulso ha sido muy ajustado. La segunda parte
en cambio, ha estado llena de fútbol ofensivo pero nos hemos
estrellado en el portero, en el poste o en nuestros propios errores
en el remate. En líneas generales creo que ha sido un partido
bonito y me imagino que la gente habrá disfrutado con nuestro
juego».
Espíritu
Emíster abundó en las alabanzas dirigidas a la caseta y no quiso
olvidarse de ninguno de los integrantes del plantel: «El espíritu
del equipo es maravilloso. Dije hace algún tiempo que le iba a dar
un beso a todos los miembros de la plantilla y ahora, además, les
daré un abrazo. Todos los elogios son pocos cuando se trata de
definir a esta plantilla. Basta con que observemos el lugar de
donde venimos. El Racing, por ejemplo, está ahora mismo junto a
nosotros, pero hasta hace nada nos llevaba una renta de nueve
puntos. Eso dice mucho a nuestro favor», señalaba.
Después de recrearse durante algunos minutos en la excelente
actuación de los baleares, Manzano quiso rebajar la euforia que
comenzaba a afianzarse en el entorno para evitar futuros
sobresaltos: «Nadie va a despegar hasta el último momento y hoy
(ayer) mismo, salvo el Getafe, el Málaga y el propio Cádiz han
sumado todos los equipos de la parte baja de la tabla. Está claro
que no todos pueden ganar o perder y ahora mismo lo único
importante somos nosotros. Nos encontramos perfectamente y creo que
pase lo que pase el domingo en Vigo estamos preparados para
afrontar la recta final con plenas garantías de éxito. Ya hemos
superado la barrera de los treinta puntos y el próximo guarismo a
batir es el cuatro, ya que los cuarenta nos situarían ya muy
próximos a la salvación. Cada vez estamos más cerca y eso una
motivación añadida para todos».
Manzano reservó también algunas de sus palabras para el héroe de
la noche, Víctor Casadesús, con unas declaraciones que luego que
hizo extensibles al resto del plantel: «Decidí que fuera él el que
ocupara la baja de Pisculichi y en Balaídos pasará algo parecido
con Tuzzio, que deberá jugar por Ballesteros. Me imagino que son
jugadores que están enfadados por no jugar, en el buen sentido de
la palabra, y que están ansiosos por participar. Ese es nuestro
mérito, que el grupo tiene un objetivo común».
Por su parte, el técnico del Cádiz, Víctor Espárrago, calificó
de «justo» el triunfo del Mallorca, y lamentó que el gol de la
victoria local llegara, de nuevo tras una falta a balón parado: «No
tengo nada que reprocharles a mis jugadores, que lo dieron todo. El
Mallorca supo contrarrestar nuestro juego, pero aún así, nunca
bajamos los brazos e incluso tuvimos un par de ocasiones. Ellos han
sido mejores y tenemos que reconocerlo. Nos toca seguir peleando»,
concluía.
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