Madrid, última parada

No va más. Después de veintiséis jornadas llega la hora de la verdad. Nacex Jovent y Olis Sóller vuelven a estar entre los ocho mejores, los candidatos a ingresar en una Liga Femenina que se ha puesto muy cara. Cinco frenéticos días aguardan a los dos equipos mallorquines, que entran dentro de unas apuestas más abiertas que nunca. Nacex, Olis, Rivas, Canoe, y por encima de todos, Extrugasa... Y la sorpresa que siempre depara la recta final del curso en la categoría de plata del baloncesto femenino español. El ascenso vuelve a llamar a su puerta, pero deberán pelear por él en terreno enemigo. Rivas Vaciamadrid (19 a 23 de abril) recibe a los ocho elegidos, pero sólo dos podrán estar en la final del domingo (13 horas) y estrenar allí sus nuevos galones. Es la cuarta intentona para las de la Vall. La tercera para un Jovent que se ha consolidado entre los grandes. La posibilidad de una semifinal mallorquina es real. Tanto como que han llegado hasta allí, pero deberán pasar el corte de una liguilla previa de tres partidos para estar en el choque definitivo. Se han cambiado los eternos "playoffs" por una fase final que promete emociones fuertes. Y quizá una alegría que el baloncesto femenino de la isla lleva persiguiendo casi un lustro. El Puig den Valls busca compañeras de baile para un posible derbi y entre Olis y Nacex pueden saldar la cuenta pendiente.

No ha variado su discurso el club de sa Indioteria en el último año. Regresó As a su banquillo después del desafortunado paso de Lucas Mondelo, pero la base del vestuario se mantuvo. Las Sonia Juanes, Cris López, la recuperada Esther Morillo, Judith Viñuela o Eva Yepes, se sabían de memoria el camino hacia las cuatro primeras plazas. Sólo se debía apuntalar el bloque. No funcionó Alli Arppe, pero sí una Siiri Nuutinen que hizo buena la apuesta finlandesa. Bajo los tableros, es la referencia. Sylita Thomas aportaba experiencia y físico, mientras que Laura Fernández (ex Sóller), Suau, Garcías y compañía daban la dosis de frescura al banquillo. Pero si ha habido un nombre propio esta campaña, ha sido el de Gabi Ocete. Internacional júnior, pasó sin pena ni gloria por Sóller. As la conocía del CTEIB y no dudó un instante en luchar por su concurso. Le ha dado minutos, y la joven base -de la misma hornada de Alba Torrens- le ha devuelto su confianza con una maestría fuera de lo común a su edad. La batuta del Nacex es suya y con su velocidad imprime a los partidos un ritmo frenético. Los sabe resolver, ganar y conducir con soltura y tanto la selección como la Liga Femenina ya han tocado a su puerta. Pero antes, tiene un trabajo pendiente con sus compañeras.