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La de hoy no es una cita más para Joan Llaneras. Después de firmar un más que discreto undécimo puesto en la puntuación, el de Porreres se ha fijado como meta no marcharse de vacío de Burdeos. Esta tarde (16 horas), puede seguir haciendo historia en la americana, la prueba estelar del último día de competición en un Mundial huérfano de medallas para una selección española que aspiraba a todo en Le Lac.

Llega motivado el balear. El regreso de Isaac Gálvez a su vera no le permite albergar excusas. Se conocen a la perfección y forman un tándem perfecto. Tanto que fueron campeones del mundo (Berlín 1999), siguiendo la estela de Perth 97, donde Alzamora fue su acompañante, y en dos de sus últimas apariciones mundialistas se colgaron la plata (Manchester 2000 y Amberes 2001). El período olímpico hizo de Miquel Alzamora el tándem de Joan, que regresa a sus orígenes de la mano del sprinter del Illes Balears, en detrimento del de Artà, víctima de las extrañas decisiones técnicas que incluso le apartaron del scratch, la prueba que clasificó y le ha consagrado como campeón de España.

Pero esta americana promete emociones fuertes. Llaneras y Gálvez serán vigilados al milímetro por sus rivales. Todos los pronósticos apuntan hacia Australia, oro en Atenas, pero la pareja española ha demostrado que es una de las más fuertes y consolidadas y tras cerca de un lustro fuera de las pistas, aspira a recuperar viejos laureles. Serán cincuenta kilómetros con las pulsaciones a tope, a más de sesenta kilómetros por hora y pendientes de todo movimiento.