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Fernando Fernández
Lo de Jorge Lorenzo es de récord. Si ya tiene en su haber una larga lista de plusmarcas personales y del Mundial de motociclismo, esta temporada quiere ser el que marque la pauta en los 250 centímetros cúbicos. De momento, y tras el nuevo banderazo a cuadros de Mugello, el balear ya acumula siete triunfos en su currrículo, tres de ellos en la presente temporada, con lo que iguala su mejor curso, un 2004 en el que subió a lo más alto del cajón en Assen, Brno y Losail, optando al subcampeonato de 125 hasta su abandono en el Circuit Ricardo Tormo.

Tiene un enorme valor este logro, pues además de volverle a meter de lleno en la pomada, sitúa al 48 como el segundo piloto con más victorias dentro de los que forman la parrilla de salida en la presente temporada. Alcanzar la cifra de siete le permite dar caza a ilustres veteranos de las dos ruedas como Arnaud Vincent (las siete en 125) o Sebas Porto, al igual que a su propio compañero de equipo y box, Héctor Barberá (1 en 250 y 6 en 125).

Por detrás, y entre los implicados en la guerra por la corona que dejó vacante Dani Pedrosa, Andrea Dovizioso, quien esta temporada acumula seis cajones y ninguna victoria en 2006, totaliza cinco triunfos. Más lejos, Hiroshi Aoyama (2) o Anthony West (1) quedan lejos, pero mucho más Alex De Angelis, que no sabe lo que es oír sonar el himno sanmarinense. Quien marca el ritmo de cabeza es el incombustible Robert Locatelli, que suma nueve primeros puestos y contempla como su registro peligra gracias a Lorenzo.