TW
0

Va a ser un partido a corazón abierto. Rafael Nadal y Lleyton Hewitt, los dos jugadores más temperamentales del circuito profesional, se encuentran hoy (segundo turno de la pista central a partir de las 14:00 aproximadamente) en los octavos de final de Roland Garros. El mallorquín se encuentra en su camino hacia la reconquista de París con el tenista que más se le parece. Luchador incansable, el australiano se caracteriza por tener un gran contrataque y llega al duelo con un balance de tres victorias y ninguna derrota ante el balear. Pese a todo, los pronósticos sitúan a Nadal como el gran favorito. Sea por lo que sea, es un partido que no se puede perder.

56 victorias consecutivas sobre tierra batida después, no parece que haya nadie capaz de ganar a Rafael Nadal en Roland Garros. Mats Wilander, uno de los grandes mitos de la historia del tenis, aseguraba después del triunfo del mallorquín ante Paul-Henri Mathieu que el balear todavía no ha sentido la sensación de perder el partido. Que la única duda que le pudo asaltar el sábado fue el modo que ganaría, pero nunca si podía perder. Lo cierto es que Nadal acumula ya diez victorias consecutivas en este torneo (7 en 2005 y 3 este año) y hasta el momento no parece que haya nadie capaz de pararlo.

Hace un año y medio (justo antes de su explosión) que no se encuentra con Lleyton Hewitt y seguramente por eso el balance de Nadal con el australiano refleja un 3-0 en contra. El Open de Australia (2004), Toronto (2004) y el Open de Australia (2005) han sido los escenarios en los que se han medido hasta el momento. En la última cita fue donde Nadal estuvo más cerca de lograr la victoria, aunque el marcador (7-5, 3-6, 1-6, 7-6 y 6-2) terminó sonriendo aaussie.

De hecho, Hewitt es el único tenista en activo que ha sido número uno que tiene un balance positivo sobre Nadal. Ni Roger Federer (5-1), ni Juan Carlos Ferrero (4-0), ni Carlos Moyà (3-2), ni Andre Agassi (1-0), ni Andy Roddick (1-1), ni Marat Safin (0-0), ni Gustavo Kuerten (0-0) pueden decirlo.

Ese 3-0 es un poco engañoso, porque las tres victorias de Hewitt se producen antes de que Nadal explotara. Fue justo después de ese Open de Australia de 2005 cuando el mallorquín comenzó a coleccionar títulos. Un mes después ganaba en Costa Do Sauipe el primero de los once títulos que iba a ganar ese año y comenzaba su escalada hasta el número dos del mundo. El propio jugador australiano fue uno de los primeros en vaticinar que Nadal ganaría Roland Garros y lo dijo cuando muy pocos esperaban que el mallorquín se convirtiera en uno de los reyes de la tierra.

En cualquier caso, otro de los factores que hay que tener en cuenta es que ninguno de esos tres partidos se ha disputado sobre tierra batida, donde el mallorquín se está mostrando intratable. Después de superar a Muster, Borg y Vilas, Rafael Nadal acumula ya 56 victorias consecutivas sobre arcilla, la mejor racha de la historia de la ATP. Además, el balear llega a este encuentro con la moral por las nubes ya que en tercera ronda firmó una gran victoria ante Paul-Henri Mathieu en un partido épico.