El milanista Andrea Pirlo celebra el tanto que le allanaba el camino al combinado italiano en su encuentro frente a Ghana.

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Agencias|MADRID
Italia, como han hecho otras grandes selecciones en este Mundial -Alemania, Holanda o Argentina-, resolvió favorablemente su primer compromiso en tierras germanas ante la debutante Ghana (2-0) siendo fiel a su estilo especulativo y aprovechando los errores del combinado africano. El cuadro transalpino evidenció una vez más esa capacidad para adormilar los encuentros y vencer con la ley del mínimo esfuerzo y exponiendo poco o más bien nada. Lippi entregó la medular a Pirlo y De Rossi, un trabajador como Perrotta, y un tridente ofensivo, pero la mentalidad se mantiene e Italia entregó la posesión y el terreno de juego a la impetuosa Ghana, a la que le faltó calidad para explotar todas las buenas intenciones que apunta.

Pero Ghana, en su primer Mundial, no se resignó a su papel de telonera y trató a la par a Italia sobre todo por la movilidad de Gyan y Amoah, y la fuerza y disciplina de Essien, su mejor jugador, en la medular. Aunque como es habitual ante los transalpinos, no pudo pasar de ahí. Por otra parte, la República Checa reiteró las buenas sensaciones ofrecidas hace dos años en la Eurocopa de Portugal en su estreno mundialista ante Estados Unidos (0-3) consecuencia de dos golpes letales en la primera mitad y un tercero en las postrimerías del encuentro, que le sirvieron para retroceder, exponer lo mínimo y permitir que los americanos, con un fútbol muy aseado, pero sin mordiente ofensiva, llevaran el guión del encuentro.

Los checos, que participan en su primer Mundial desde su escisión de Eslovaquia, habían necesitado de la repesca para acceder a Alemania, pero por contra sí pareció un bloque sólido desde el pitido inicial.