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Rodrigo Zuleta|BERLÍN
Alemania se levantó ayer con una sensación que oscila entre la decepción y el orgullo y esforzándose, de las más diversas formas y desde distintos sectores de la sociedad, por lograr que el seleccionador Jürgen Klinsmann continúe en su cargo y siga adelantando su revolución futbolística. Los títulos de los periódicos dan cuenta del dolor producido por la eliminación en semifinales ante Italia pero, a la vez, vuelven a declarar héroes a los jugadores y tratan de recordar todo lo que ha logrado la selección en este Mundial y la euforia que ha despertado. «Pese a todo sois héroes», titula en su portada el suplemento mundialista del diario «BZ» y el diario «Bild» abre su primera página con un título similar, para citar sólo dos ejemplos.

Un grupo de aficionados ha creado una página web a través de la cual quieren que se le envíen mensajes a Klinsmann para que continúe en el cargo y ayer el presidente de la Federación Alemana, Gerhard Meyer Vorfelder, le instó a que continúe. «Jürgen Klinsmann ha despertado algo con este equipo y eso es algo que implica responsabilidad», dijo hoy Meyer Vorfelder que considera que el fervor desatado por la actual selección sólo se había dado en Alemania en los días de la reunificación.

No obstante, Meyer Vorfelder advirtió que él conoce a Klinsmann y que no se sacará nada con presionarlo por lo que hay que darle tiempo para que tome su decisión. El manager de la selección, Oliver Bierhoff, dijo que de momento prima la decepción por no haber alcanzado la gran meta y el gran sueño del título por el que se había trabajado en los últimos dos años pero agregó que se habían logrado cosas importantes.