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El Mallorca no ha cerrado todavía la Operación Castilla y permanece muy atento a todo lo que ocurre estos días en Valdebebas. Con el Real Madrid en pleno proceso de reconstrucción y Fabio Capello pasándole el filtro a su nuevo vestuario, el club balear sigue muy de cerca la actualidad blanca para aprovechar ese caudal de bajas que partirá tarde o temprano del Santiago Bernabéu. El nombre de José Manuel Jurado sigue encabezando la lista de futuribles y si el entrenador italiano aprueba su salida, la SAD isleña hará todo lo posible por lograr una contratación que daría casi por zanjada la plantilla del curso 2006-07. Las llegadas de Maxi, Varela, Jordi López y Dorado le han dado una nueva dimensión al grupo de Gregorio Manzano, pero la gran cantidad de bajas que se derivaron del último cambio de ciclo han abierto alguna que otra grieta en la pizarra del técnico que tendrá que ser que taponada cuanto antes. El jienense quiere trabajar con un plantel menos extenso que el de la temporada pasada y va a recortar el número de efectivos, pero pretende tener mínimamente cubiertos todos los rincones del campo y para ello necesita un centrocampista creativo y un lateral derecho que le ponga las cosas difíciles a Varela. Aunque en ambos casos podría solventar un posible contratiempo recurriendo a la cantera, el de Bailén es consciente de lo que le espera y prefiere tenerlo todo atado desde el principio. Y en ese sentido, Jurado ocupa un lugar especial en las pretensiones del técnico.

El otro foco de conflicto es el carril diestro de la defensa, que ha quedado al descubierto tras la marcha de David Cortés al Getafe. En estos momentos, Manzano sólo dispone del recién incorporado Varela y de los canteranos Rafita y Pablo Cendrós, que debutará con los profesionales durante la estadía tirolesa de Kössen. Ante esta falta de equilibrio, la intención del club es adquirir un jugador polivalente que pueda actuar también en el centro del campo y que permita al entrenador la posibilidad de complementar a Jonás Gutiérrez. Al igual que sucede con el fichaje del centrocampista, el Mallorca esperará a que se conozcan los descartes del Real Madrid para extender sus redes. Los nombres de Palencia o Damià Abella han sonado ultimamente con mucha fuerza y siguen en la órbita rojilla, pero la entidad quiere ser muy prudente y prefiere valorar todas las opciones antes de posicionarse.

El centrocampista gaditano viajará esta semana con la primera plantilla del Madrid astage de Irding (Austria) y buena parte de su futuro dependerá de lo que suceda en ese periodo de preparación. El entrenador transalpino quiere comprobar en primera persona como se desenvuelven sus canteranos antes de tomar cualquier determinación y eso afectará también a los planes del Mallorca. La secretaría técnica isleña, que tampoco se olvida de Roberto Soldado o del lateral Miguel Palencia, cuenta con la aproba- ción del nuevo responsable de la cantera merengue, Míchel, para acoger en su seno a los jugadores que salgan rebotados de Valdebebas, pero en el caso de hombres tan representativos como el mediapunta o el ariete, la responsabilidad es para Capello, que seguramente tardará un par de semanas en emitir su veredicto.