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C.R.|KöSSEN
El futuro de Kome se ha llenado de nubarrones en sólo unas horas. El jugador camerunés, que después de tres años en el Mallorca estaba participando en su primera pretemporada con el equipo, ha vuelto a ser víctima de la mala fortuna y ayer tuvo que abandonar la concentración tras sufrir un rotura de fibras en los isquiotibiales de la pierna izquierda que le mantendrá en el dique seco las tres próximas semanas. Al africano, que en Kössen se jugaba una plaza en el equipo de Gregorio Manzano, se le han cerrado casi todas las puertas del vestuario y su ciclo como mallorquinista parece a punto de agotarse.

La relación entre Daniel Armand Ngom Kome (Bangona, Camerún, 1980) y el club balear es de lo más curiosa. Después de darse a conocer en Segunda división en las filas del Numancia, el centrocampista atrajo el interés de la entidad isleña, que le contrató en verano de 2004 pensando a largo plazo Pese a que fue presentado de manera oficial, no llegó a ponerse una sola vez la camiseta rojilla y tras una delicada operación de rodilla se marchó cedido al Getafe, que acababa de ascender a Primera división por primera vez en su historia.

Una vez instalado en el Coliseum Alfonso Pérez, cumplió el sueño de estrenarse en la máxima categoría, pero no era ni mucho menos imprescindible para Quique Sánchez Flores. Disputó un total de 20 encuentros (sólo 9 de ellos fueron como titular) y marcó dos tantos, uno frente al Numancia y otro ante el Athletic de Bilbao.