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Miquel Alzamora
El Icaro Alaró de voleibol empezó ayer la singladura hacia la Superliga femenina. Para ello deberá demostrar en las canchas de la Liga FEV la valía de su plantel, aunque a priori este equipo se presenta como uno de los favoritos de su categoría. Para ello cuenta con un entrenador de prestigio como es Ernesto Rodríguez, con un plantel plagado de jugadoras de gran calidad y con una colocadora de primerísimo nivel que seguro será determinante en el camino del Icaro, la italiana Maurizia Cacciatori.

Su calidad está fuera de toda duda, mediáticamente supone todo un reclamo para su club y ayer se demostró en el arranque de la pretemporada del equipo de Alaró. Objetivo de todas las medios, Maurizia manifestó su deseo de poder ayudar al equipo ha conseguir el objetivo final. «El proyecto es muy bueno y creo que podemos conseguir cosas importantes».

La italiana alternará en esta pretemporada el trabajo con su equipo con una serie de compromisos televisivos que hace tiempo había contratado en su país. Mauricia asume con profesionalidad el rol mediático que le tocará jugar en este equipo, pero con el tiempo primará el aspecto deportivo. A la calidad de Maurizia hay que unirle la de Daniela Marín, la mejor jugadora mallorquina de volei de toda la historia. Mención especial también para Marianela Robinet y Magda Kralicova, la internacional checa que jugará un papel importante, al igual que Magaly Carvajal, una de las mejores del mundo y que puede recalar la próxima semana en el Icaro. Durante estos primeros días de la pretemporada Ernesto Rodríguez observará a Lidia González, central de 22 años, que puede firmar en breve.