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Tolo Jaume
Sin apenas tiempo para lamerse las heridas de su reciente eliminación en el Masters Series de Cincinnati, Rafael Nadal se encuentra ya en Nueva York para iniciar su preparación de cara al US Open. El regreso a las pistas tras un mes de paréntesis en la competición se ha saldado con dos actuaciones demasiado irregulares en una gira americana en la que espera el plato fuerte y el número dos del mundo inicia la cuenta atrás para recuperar su mejor nivel en la Gran Manzana. El Abierto de Estados Unidos representa uno de los grandes objetivos de Nadal antes de que entre en acción la Copa Masters de Shanghai y deberá recobrar las prestaciones deseadas para mejorar la tercera ronda que ha alcanzó en 2005 como su mejor resultado. Para recobrar el nivel deseado y la forma óptima para afrontar los retos venideros el manacorí contará con su tío y entrenador Toni Nadal, que se desplazará el martes a Nueva York para reinvertir la dinámica en la que se ha instalado su pupilo. El objetivo no es otro recuperar al Nadal que brilló en París y Londres.

Ha sido la falta de ritmo uno de los principales problemas del manacorí para reeditar los buenos resultados que acreditó a lo largo de la primera mitad de la temporada, aunque también ha quedado patente que ha jugado algunos pasos más atrás de la línea de fondo de lo que había hecho recientemente. Primero Berdych en Toronto y después Ferrero han obligado al número dos del mundo a darse de bruces con la realidad y ésta no es otra que recuperar la versión que le llevó a ser uno de los dominadores de Roland Garros y Wimbledon para brillar en el último grande.

En tierras canadienses el jugador mallorquín pretendía retener el título conquistado el pasado ejercicio en Montreal, pero no terminó de encontrarse cómodo hasta que su verdugo la pasada temporada en Cincinnati y uno de los jugadores con mejor progresión del circuito se cruzó en su camino. Berdych le dejó fuera de Toronto. Nadal había acumulado problemas en los primeros escalones del torneo en el que se precipitó ante el checo. Toronto era la piedra de toque para calibrar la vuelta a las pistas de Nadal a pesar de que el mallorquín debía defender los puntos de los que se apoderó en 2005 ganando en Montreal, sede alternativa del Masters Series que se disputa en Canadá, por lo que el desplazamiento al estado de Ohio, donde el número dos del mundo cayó en primera ronda en 2005, era una buena oportunidad para sanear la cuenta de puntos.