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Fernando Fernández
En plena cuenta atrás hacia los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, la lucha balear sigue siendo un seguro para la delegación española. Muy cerca del epicentro de la gran cita, cuatro mallorquines pujarán por un metal en el Campeonato del Mundo que tendrá luhar en Gunagzhou (China) entre los días 22 y 30 de este mes. Toda una reválida y una oportunidad de oro para demostrar que el trabajo plasmado con la presencia de Moisés Sánchez en Atenas 2004 tiene continuidad y puede desembocar en una mayor presencia balear.

El Mundial volverá a tener un marcado acento insular gracias a algunas de las más firmes opciones de medalla. Sin ningún género de dudas, la experiencia de Moisés Sánchez será todo un aval. Competirá el olímpico en grecorromana dentro de los 66 kilos, intentando mejorar el mejor resultado jamás obtenido por un español en esta disciplina, un quinto puesto, además de demostrar que el bronce continental no es fruto de la casualidad. A él se une Vicente Lillo, que en 55 kilos querrá hacerse un hueco entre los mejores de cara a seguir sumando hacia Pekín.

El seleccionador nacional de grecorromana, el también mallorquín Eusebio Capel, será el responsable del primer grupo, en el que también figuran otros dos representantes mallorquines dentro de la modalidad de lucha libre. Francisco Sánchez ha progresado en los últimos años y se le debe tener en cuenta. Tomará parte en las eliminatorias de 55 kilos con posibilidades de firmar un buen resultado en Guangzhou. Por su parte, María del Mar Serrano será la carta española en 51 kilos.