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G. Picó/J. M. Aguiló
Las obras del futuro velódromo de Palma sufrieron ayer un nuevo contratiempo al caer parte del forjado de la grada que se encuentra en la parte más cercana al polideportivo de Sant Ferran. El suceso se produjo alrededor de las 13.00 horas y, por fortuna, no hubo que lamentar daños personales. Algunos testigos comentaron que «se escuchó un gran estruendo» y podría haberse producido una tragedia en caso de que alguien hubiese estado debajo del forjado.

La parte de la estructura de la grada que cayó tiene unos cuatro metros, está a la altura de un primer piso y estaba apuntalada. Al parecer, cuando se colocaba el cemento el forjado no aguantó el peso y se vino abajo por causas desconocidas. La mayoría de puntales quedaron completamente doblados, al igual que la estructura metálica.

A partir de ese momento se vivieron momentos de tensión, hubo más de un grito y las llamadas por los móviles se sucedieron. Los trabajadores fueron reagrupados para hacer recuento y comprobar que no faltaba nadie, como finalmente así fue, a la vez que se solicitó la presencia de una ambulancia del 061 por precaución. Acto seguido se trató de levantar los hierros que habían quedado doblados con una grúa de grandes dimensiones, mientras que una retroexcavadora retiró el cemento y limpió la zona para ver si algún operario había quedado atrapado.

Estos trabajos se prolongaron por espacio de una hora, aunque a medida que pasaba el tiempo se confirmaba que el suceso no había provocado heridos y se retomaba la tranquilidad.

Posteriormente, la grúa se retiró del lugar y la retroexcavadora derribó la estructura metálica que había quedado doblada. Los operarios se fueron reincorporando a sus respectivas zonas de trabajo y la ambulancia abandonó el polideportivo.