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Santiago Aparicio|SANTANDER
La apuesta de Emilio Sánchez Vicario de tirar de Rafael Nadal para alimentar las opciones del compromiso de dobles disparó las opciones de España en el envite contra Italia y dejó al cuarteto hispano a orillas de la permanencia en el Grupo Mundial de la Copa Davis. No fue el balear, sin embargo, el que animó el aspecto hispano en el duelo por parejas. Fernando Verdasco, un tradicional secundario en cada citación para la Davis, dinamitó el encuentro. Contagiado de la habitual motivación del manacorí, se creció en cada momento. Suyo fue el honor de servir los últimos puntos del desempate que tumbó la resistencia de Daniele Bracciali y Giorgio Gilamberti (6-2, 3-6, 6-3 y 7-6 (4)). La jugada le salió bien a España y la apuesta resultó ganadora para Emilio. Y es que el inesperado giro que tomó el enfrentamiento con la derrota de Tommy Robredo ante Filippo Volandri en el duelo de apertura hizo añicos las expectativas previas. La primera jornada dejó la situación en el aire y la dimensión del partido de dobles se disparó.

Con Robredo tocado, sobre todo moralmente, la inclusión de Nadal parecía un hecho. Sólo una duda barruntaba por la cabeza del capitán. El posible gasto excesivo que pudiera suponer su intervención en el tercer punto y el ajetreo popular que supuso la última experiencia similar. Las voces en contra que arreciaron contra el dueto de antiguos capitanes, Jordi Arrese y Juan Avendaño, por exprimir al número dos del mundo para todos los compromisos en la cita de Torre del Greco, también contra Italia. «Si yo fuera el capitán pondría a Nadal hasta en el mixto», dijo el italiano Filippo Volandri en medio de las dudas. El entorno lo tenía claro.

Verdasco y Nadal han aplacado el pesimismo de los últimos tiempos en vísperas de cada partido de dobles. Una situación próxima a la obsesión en cada eliminatoria desde la garantía que ofrecía el dueto Sánchez Vicario y Sergio Casal o el buen hacer posterior de Alex Corretja con Albert Costa o Joan Ballcels. Ese aparente lastre se soltó en Santander. El dobles ha devuelto la iniciativa a España, que se sitúa ahora a un sólo punto de prolongar su estancia entre la elite de la Copa Davis. No resultó accesible para los españoles a pesar del fulgurante arranque. Con dos roturas del servicio de Galimberti que despacharon el primer parcial en un suspiro (6-2). La pareja transalpina, sin embargo, es sólida. Está habituada a empresas de enjundia en este torneo. De hecho, se apuntaron el punto de la eliminatoria del 2005.