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Miguel Luengo|MADRID
El checo Tomas Berdych acabó con Rafael Nadal, defensor del título, por 6-3 y 7-6 (6) en cuartos de final del Mutua Madrileña Masters Madrid y abandonó la pista central abucheado por el público después de silenciar a los aficionados cuando consiguió la victoria.

Berdych era el enemigo real de Nadal tras haber vencido al español en Cincinnati el año pasado y en Toronto en éste. Ahora suma ya tres victorias seguidas, algo que sólo el australiano Lleyton Hewitt ha conseguido ante el de Manacor.

El checo es complicado para Nadal debido a su gran envergadura y potencial físico, y sobre todo, a la enorme amplitud de sus brazos al ejecutar los golpes de fondo ante los que el de Manacor se siente más indefenso, jugando demasiado retrasado para intentar abarcar más pista.

Pese a todo, Nadal pudo haber forzado una tercera manga de haber aprovechado el 6-5 que tuvo en el desempate del segundo set. No lo hizo y permitió que el undécimo jugador del mundo ganase luego tres puntos consecutivos para liquidarle en una hora y 47 minutos.

Después, Berdych festejó a su manera, con una carrerita, un beso al público y un gesto con el dedo índice en los labios silenciándoles. Y eso enfureció a la grada que la tomó contra él, furibunda.

Berdych se justificó diciendo que «no he cometido un error con ese gesto. Si Rafael (Nadal) cuando te da la mano al final del partido te dice que eres malo, qué quieres que haga. Yo no he discutido prácticamente ningún punto, no le he hecho lo que él a mí, sus gestos, y me ha dicho que soy malo. Me ha dicho con su inglés 'you are very bad' (eres muy malo)».

Rafael Nadal reconoció en la sala de prensa que le dijo al darle la mano que era «una mala persona». «Sí, lo dije», señaló Nadal después, para confirmar que además había dicho, en declaraciones a TVE sobre la pista, que su rival era «un estúpido». y que no se había equivocado. «Se lo he dicho sin ningún tipo de calentón porque soy siempre bastante frío a la hora de perder», añadió.

«Berdych demuestra semana a semana que es uno de los mejores del mundo y que va a estar ahí entre los diez mejores, pero ya en Toronto miraba mal al contrario, cuando yo lo que hago es sólo preocuparme de mi mismo».

Habilidad
Aunque el apelativo de «El Gato» corresponde a su compatriota Gastón Gaudio, David Nalbandian se hizo ayer acreedor a ese apodo, pues por tercera vez consecutiva salvó un partido con su rival sacando para hacerse con la victoria y escapando de la derrota con la misma habilidad que un felino.

Le sucedió ante Benneteau en primera ronda, luego contra Tim Henman, al que calificó de «basura» y falso, por su comportamiento el jueves, y ayer de nuevo ante Marat Safin en una repetición de la final de 2004, y en un adelanto de lo que puede ser la próxima lucha por la Ensaladera en Moscú, del 1 al 3 de diciembre.

Nalbandian dispuso de una bola de partido en el primer desempate de la tarde, pero Safin la salvó con uno de sus 21 saques directos. Hizo otro más el ruso, a continuación, y luego un fallo del cordobés provocó la tercera manga en la que Marat llegó a sacar para decidir el choque con 6-5 a favor. Finalmente el argentino remontó y se alzó con el triunfo en el desempate( 6-4, 6-7 (6) y 7-6 (2) después de dos horas y 57 minutos).

«Son partidos duros, cerrados y excitantes», dijo Federer sobre el duelo contra Nalbandian, y tras vencer al estadounidense Robby Ginepri, por 6-4 y 7-6 (4), y sumar su victoria número 80 de la temporada. «Es un gran jugador y un partido que me apetece», apuró el número uno sobre Nalbandian. El helvético busca en Madrid el décimo título de la temporada y acude a esta semifinal sabiendo que ya ha vencido al cordobés dos veces este año (Roma y Roland Garros, sobre tierra).