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El dopaje ha salpicado de nuevo al trote balear. Después de dos años sin noticias de las sustancias prohibidas, un positivo ha roto la tranquilidad en la que se movía el deporte de los caballos. «Hioco de Tartifume», propiedad de la cuadra «Toni y Juan» y conducido y entrenado por Bartolomé Llobet Riera ha dado positivo al serle detectado en la sangre la sustancia tramadol, según un comunicado que hizo oficial ayer la Federació Balear de trot. Las principales autoridades muestran su más absoluto rechazo a estas prácticas y piden erradicar el dopaje del mundo del trote de inmediato. El pasado 1 de octubre de 2006 se disputó en el hipódromo de Son Pardo el Torneo Cheval Francais. Los organizadores galos, que aportaban una importante cantidad económica, exigieron que se realizaran controlos antidoping. Se decició que se realizarían pruebas a cinco de los ocho finalistas: al primer clasificado, al segundo clasificado y tres más a sorteo.

En esta prueba, «Hioco de Tartifume» se alzó con la segunda posición y tuvo que someterse al control. Los resultados a los análisis de sangre llegaron ayer a la Federació Balear de trot, que poco después emitía un comunicado oficial en el que desvelaba que el caballo propiedad de la cuadra «Toni y Juan» y que conduce y entrena Bartolomé Llobet Reira había dado positivo por tramadol, un analgésico que reduce la sensación de dolor. Hacía dos años que el trote balear estaba «limpio». Desde que un producto de la cuadra «Morro» diera positivo, el deporte de los caballos de las Islas se movía en una tranquilidad sólo estropeada por la muerte del ganador del Gran Premi Nacional.

El presidente de la Federació Balear de trot, Andreu Artigues, se mostró desilusionado por el positivo de «Hioco de Tartifume» y Nicolau Tous apostó por luchar contra el dopaje y remediar de inmediato esta situación. El president del Institut de l'Esport Hípic aseguró que «vamos a apoyar al máximo a la Federación para poner el máximo de controles posibles. Tenemos que lavar la imagen del trote balear y para conseguir que no haya más positivos la mejor manera es aumentar los controles para que se eviten esas prácticas. El problema es que por el momento los controles sólo pueden efectuarse con laboratorios de Barcelona y Zaragoza y resulta muy costoso. Hay que buscar una solución».