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Tolo Jaume
La violencia ha vuelto a sacudir al fútbol regional y en particular al colectivo arbitral. Los incidentes no son un hecho ni aislado ni nuevo en los campos, aunque la reacción de las partes implicadas ha sido rotunda. Las entidades responsables de las instalaciones donde se produjeron las respectivas agresiones se han apresurado en reaccionar y condenan una situación en la que su campo de maniobra está limitado. La más enérgica de las respuestas es la del presidente del Atlètic Balears, Damià Estelrich, que lamentó los problemas que sufrió el colegiado Ferrer Perelló a la conclusión del encuentro entre el equipo entrenado por Toni Amor y el Binissalem. El trencilla recibió un empujón en el túnel tras un polémico tiempo de prolongación y Estelrich adelantó que prevé convocar elecciones el próximo mes de enero si el responsable de los hechos no asume su responsabilidad: «Si no se identifica la persona no quedará más remedio que convocar elecciones porque no se pueden admitir estas situaciones».

«A lo largo de los próximos días realizaremos las gestiones pertinentes para intentar contar con agentes de las fuerzas de seguridad, pero por nuestra cuenta también traeremos un vigilante», comentó Estelrich, que confesó sentirse muy disgustado. «Después de todo el trabajo que se ha realizado por parte de la directiva y la Procampo para organizar el club», argumentó. Por su parte, el vicepresidente de La Unión, Pep Lluís Barrios, lamentó la agresión sufrida por Antonio Capó en el choque que enfrentó al equipo de Establiments con el Independiente.

El vicepresidente del club, que quiso aclarar que ningún aficionado de La Unión estuvo implicado en el incidente producido en su campo, comentó que «estuvimos al lado del árbitro todo el tiempo y nos hemos interesado por su evolución a través de Riera Morro. Ahora también nos preocupa lo que pueda suceder con nuestro campo porque no tuvimos nada que ver». Barrios adelantó posibles medidas y aseguró que una de ellas pasa por hacerse con los servicios de una cámara que grabe el partido para mayor seguridad.