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A.P.|SHANGHAI
A Rafael Nadal le ha cambiado la cara. Tras superar a Tommy Robredo ha conseguido que la clasificación para las semifinales de la Copa Masters dependan de sí mismo y se siente más tranquilo. El jugador balear aseguró tras finalizar el partido que se sintió muy cómodo y seguro en la pista y comentó que el choque ante Davydenko será un duelo a «cara o cruz». «Ya había dicho tras terminar el partido ante Blake que la derrota no se debió a un problema de tenis. Estuve a un buen nivel y simplemente fallaron otras cosas. Con Robredo seguramente he estado más agresivo con mi derecha y la verdad es que me siento feliz. Perdí el primer partido pero estoy vivo todavía en el torneo. Ahora necesito jugar a mi mejor nivel para poder ganar a Davydenko», aseguró Nadal. El tenista mallorquín dijo haberse sentido muy cómodo en la pista. «Devolver el break al juego siguiente siempre te da tranquilidad. Es importante para la confianza, pero pienso que he estado muy tranquilo en todo momento. Tenía que jugar bien para ganar pero sabía que tendría mis opciones. Tommy también ha estado a un buen nivel, pero yo he sabido presionar con mi derecha y ganar el partido».

Nadal definió a su próximo rival, Nikolay Davydenko, con el que no se ha medido nunca hasta el momento como «un tiralíneas. Cuando pone la máquina en marcha es muy difícil de contestar. Para ganarle hay que desbordarle por completo, sacarle de la pista. Hay que impedir que coja el ritmo que más le gusta porque ir todo el partido de un lado al otro de la pista es como regalarle la victoria. Igual hay que cambiarle el ritmo, tirarle alguna pelota alta, estar más agresivo con la derecha». El jugador balear había preparado el partido con confianza, hablando con su equipo. «Tommy estaba a un buen nivel. Jugó tres sets con Davydenko y llegaba con confianza. Yo había tenido un traspiés con Blake y era normal llegar con ciertas dudas. Pero en estos días he hablado mucho con mi equipo. Me han pedido tranquilidad. La temporada ha sido muy buena y quedar eliminado no significaba ningún fracaso. Había que jugar agresivo para contar con opciones de ganar».

El servicio de Nadal ha sido una de las claves y el mallorquín explicó los motivos del cambio. «Con Tommy era un partido difícil pero sabía que podía arriesgar con mi saque. Con Blake si fallaba el primero sabía seguro que con el segundo era un cara o cruz. Si fallaba el primero el se la jugaba y ganaba el punto o lo perdía y normalmente gana muchos restos. He forzado pero sin olvidar el patrón de mi juego. Lanzando el mayor número posible de veces al revés. Ha salido bastante bien». Ahora, clasificarse para semifinales depende del resultado ante Davydenko. Rafael Nadal fianlizó diciendo que «al menos he conseguido recuperar mis opciones. Tras perder con Blake tenía menos que ahora, pero con Davydenko va a ser a cara o cruz. O él o yo. Que ganara Blake (al ruso en el otro encuentro de la jornada) me ha favorecido porque dependo de mí mismo. Si pierdo no creo que vaya a pasar nada porque perder con el tres del mundo es normal. Y si gano será perfecto y estaré en semifinales».