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C.R.
La plantilla del Mallorca ha digerido ya el varapalo de Getafe y hasta el domingo su mente estará totalmente centrada en el Barcelona. El grupo isleño, que trabajó ayer en doble sesión en las instalaciones de la ciudad deportiva Antonio Asensio, ha vuelto a orientar su punto de mira de cara al primer gran partido de la temporada y jugadores y cuerpo técnico han cerrado filas en torno al vestuario con la intención de lograr una victoria que les dispare en el plano anímico.

Gregorio Manzano volvió a recurrir ayer a la psicología y durante el entrenamiento matinal dedicó una parte de su trabajo a dialogar de forma personalizada con algunos de los futbolistas que conforman el eje de su grupo, como Toni Prats o Maxi López. El técnico jienense, que quiere que el plantel recupere cuanto antes la ilusión para reengancharse a los buenos resultados, le prestó una atención muy especial al portero y al rematador porque entiende que su concurso será clave para ponerse de nuevo en pie. Además, el de Bailén recibió también la visita del presidente y máximo accionista del club, Vicenç Grande, con el que conversó unos minutos sobre el césped. El mandatario, que celebraba su cumpleaños, también tuvo tiempo para bromear con los jugadores de la plantilla, a los que exigió una dosis extraordinaria de esfuerzo para derrotar al Barça.

Por otra parte, Manzano podrá contar para ese crucial encuentro con todos sus futbolistas a excepción de Iván Ramis, que sigue recuperándose de la lesión que sufrió hace poco más de diez días en la cabeza del peroné. Tuni, que hasta la semana pasada se había ejercitado al margen de la plantilla, trabaja ya junto al resto y el sábado podría volver a la convocatoria para ampliar el catálogo de opciones del entrenador. Los únicos que han vivido ajenos al equipo hasta este final de semana son el griego Basinas y el serbio Jankovic, que ayer jugaban con sus respectivos países frente a Francia y Noruega.