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Fernando Fernández
La LEB no da tregua. Palma Aqua Mágica y Drac Inca quieren seguir sumando, pero deberán superar dos obstáculos de entidad. Ricoh Manresa y Tarragona calibran el potencial de los dos equipos mallorquines, que tras doce jornadas siguen instalados en la zona noble y no quieren renunciar al sueño de la Copa Príncipe. Una posibilidad presente pero que, dada la igualdad que refleja la clasificación, pasa por acumular victorias. La historia lanza un pulso que vale buena parte del billete del Palma Aqua Mágica para la Copa Príncipe. Sin apenas tiempo para digerir la derrota en Lleida (77-75), los de Jareño regresan a su centro de operaciones dispuestos a recuperar las buenas vibraciones del derbi y sumar una octava victoria que daría alas de los de Ciutat antes de cerrar una maratoniana semana el domingo en Burgos. No repetir los errores de Barris Nord y salir concentrados desde un inicio es la meta perseguida por un Aqua Mágica al que le sobró el último minuto y que fue capaz de darle la vuelta a una situación adversa al descanso. La profundidad de banquillo del Palma resultó clave para entender el giro a la situación, pero la irregularidad exhibida por los mallorquines hace más peligroso el paso del Ricoh Manresa por Son Moix (20:30 horas). Todo un campeón de ACB y Copa del Rey circunstancialmente en la LEB pone a prueba la capacidad de reacción de Jareño y los suyos, que posee un mínimo colchón (7-5) sobre el amplio grupo de perseguidores que apuran sus opciones coperas en cinco días claves para entender el orden de la clasificación tras la primera vuelta.

Óscar Quintana hará debutar en Son Moix a Juan Alberto Espil, la última incorporación manresana y un viejo conocido de Jareño en su periplo en Tenerife. Una amenaza desde el perímetro para el Aqua Mágica, que deberá incidir también en la pintura, donde Richard Scott es ejefe y Craig Callahan se ha ido haciendo fuerte a la sombra de la gran estrella de los del Bages, reforzados moralmente después de recuperar la dinámica ganadora a costa del Tenerife (74-67) en un Nou Congost en el que se midieron Palma y Manresa durante la pretemporada. Un partido que se saldó con holgada victoria balear, pero que no sirve de referencia, dado que sólo una victoria les separa superado el primer tercio de la competición regular.

Con Pep Pacreu casi al cien por cien, Àngel González Jareño sigue cruzando los dedos y con la enfermería relativamente vacía. Los bases son el talón de Aquiles del vestuario. Por un lado, Danny Lewis sigue dosificándose y mejora de las molestias físicas que padece, mientras que Perico Sala no pudo entrenar en la jornada de ayer como consecuencia de una contractura lumbar, y será duda hasta los minutos previos al choque frente al Ricoh Manresa. Jareño no niega que el de esta noche «es un partido muy importante. Nos planteamos ganarlo sí o sí». El preparador madrileño reconoció que sus hombres «deben jugar más que nunca en equipo, porque el Manresa es grande y tarde o temprano estará más arriba. En defensa hemos mejorado, pero también tenemos capacidad de reacción. Mañana (por hoy) no podremos tener un inicio tan blando como en Lleida, y menos en casa, donde ya hemos dejado escapar demasiados partidos». Sobre las opciones del Aqua Mágica de cara a la Copa, el técnico dijo que no le obsesiona «porque vamos partido a partido. Todo lo que venga más adelante, ya llegará en su momento».