Los obreros trabajan sobre la nueva madera, ayer, en el velódromo. Foto: PERE BOTA

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Tolo Jaume
El esqueleto de la pista del velódromo de Sant Ferran se consolida después de que ayer se iniciara la instalación de los 376 tramos sobre los que se colocarán 60 kilómetros lineales de madera siberiana donde se decidirá el Mundial de ciclismo en pista de 2007.

Los responsables del consorcio para la construcción del velódromo realizaron una nueva visita para comprobar la evolución de las obras que lleva a cabo la UTE formada por Fomento de Construcciones y Contratas y Melchor Mascaró. Tanto el regidor de Esports del Ajuntament de Palma, Rafael Durán, como el director d'Esports del Govern, Josep Lluís Ballester, observaron los cambios realizados y recibieron las pertinentes indicaciones sobre el terreno del arquitecto holandés Sander Douma, que supervisa la infraestructura de la pista.

Otro de los aspectos en los que se ha hecho especial hincapié tras el recientemente fallecimiento de Isaac Gálvez ha sido la seguridad. Los responsables de la organización apuestan por dotar a la instalaciones de todas las medidas posibles para salvaguardar a los competidores de cualquier tipo de accidente, por lo que se estudia la colocación de una protección de fibras de caucho sobre las barandillas que rodearán la pista.