FORD BURGOS (27+20+14+21): Diego Lo Grippo (15), Tony Smith (14), Steve Horton (6), Juanmi Morales (13), Carlos Matías Sandes (8), -cinco inicial- Javier Alvarado (2), Jiro Okac (14), José Ramón Esmorís (0), Matías Ibarra (10), Alberto Benavente (0), Javier Vaca (0) y Pedro Nuno (0).
18 de 39 en tiros de dos puntos, 10 de 20 en triples y 16 de 21 en tiros libres. 30 rebotes (24 defensivos y 6 ofensivos) y 16 faltas personales.
PALMA AQUA MÀGICA (19+10+13+21): Robert Battle (13), Sergio Ramos (14), Perico Sala (11), Ray Tutt (10), Chris Massie (5), -cinco inicial- Nahuel Calvo (0), Danny Lewis (4), Pep Pacreu (0), Santi Toledo (4) y Anderson Schutte (2).
17 de 39 en tiros de dos puntos, 8 de 23 en triples y 5 de 9 en tiros libres. 37 rebotes (26 defensivos y 11 ofensivos) y 22 faltas personales.
Àrbitros: Pagán Baró y Labrac Naranjo. Eliminaron por cinco faltas personales a Chris Massie.
Miguel Masera|BURGOS
El Palma Aqua Mágica desperdició una excelente oportunidad para dejar casi sentenciado su billete para la Copa Príncipe de Asturias y de acercarse un poco más a la cabeza de la tabla al perder en El Plantío ante un Ford Burgos que llegaba a la cita como colista de la LEB y que toma oxígeno a costa de la peor versión del grupo de Àngel González Jareño (82-63). La ausencia por lesión de Shalawn Miller resultó un hándicap añadido para los de Ciutat, que no estuvieron a la altura en un choque que deja como consecuencia una derrota que agrava el atasco en la parte alta de la clasificación.
La falta de concentración del primer cuarto hizo que la historia de hace unos días en Lleida se repitiera, y eso lo aprovechó el Burgos para pisar el acelerador y, con unos porcentajes de tiro brillantes, los de Ñete Bohigas se pusieron por delante con un amplio margen de maniobra respecto a un Aqua Mágica sin brújula y en el que Sergio Ramos y Robert Battle, en el capítulo anotador, y Chris Massie, una vez más, en el rebote, mantuvieron en secuencias del choque a los baleares dentro del choque. Ray Tutt estuvo por debajo de las prestaciones del pasado miércoles y eso lo notó en exceso su equipo, cuyos números en el tiro dejaban mucho que desear, aunque bajo los tableros ejercían un leve dominio.
Con el permiso de un Jiri Okac (43 años), que firmó una de sus actuaciones más brillantes en las filas castellanas y recuperó sus mejores sensaciones a costa de un Palma que no encontraba su lugar en la pista. A partir del minuto ocho de partido, los de Jareño mostraron lo peor de su repertorio. Tanto, que al final del primer cuarto, el panorama no invitaba al optimismo en el seno del vestuario mallorquín (27-19).
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