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Miquel Alzamora
La plantilla del Real Mallorca seguía ayer indignada por la actuación arbitral pero, a la vez, exhibía mayor frialdad para analizar los errores que llevaron al equipo a ceder un empate cuando se iba ganando por dos goles a cero. Uno de los hombres con experiencia en la Liga dentro del vestuario es Diego Tristán. Lleva ya muchos años en Primera para ver las cosas con una visión que le convierten en una voz autorizada en muchos temas, también el arbitral. «A los árbitros se les mira con lupa y en ocasiones también lo pasan mal. Es un trabajo muy difícil, pero en ocasiones los árbitros no nos entienden, no entienden a los jugadores. Un futbolista en ocasiones quiere hablar con el árbitro y esto lo deberían entender», explicó el delantero del Mallorca.

Tristán es de la opinión que, sobre el terreno de juego, «el futbolista debería poder expresarse más, no insultarle, pero sí poder dirigirse a él sin mala intención. Hay más mala intención por dar una patada por detrás, que no se sanciona, que no por dirigirte al árbitro como hizo Jonás. Ellos lo entienden como una falta de respeto, pero yo no lo veo así», sentenció el delantero del Real Mallorca.

Diego pide una condición muy notable. «Hay que entender al árbitro, pero ellos también deberían entendernos a nosotros», sentenció el futbolista sevillano. Respecto a la jugada del penalti en concreto, Tristán y también su compañero Nunes -ambos comparecieron ayer ante los medios- siguen confirmando que la acción de Ballesteros sobre Baiano no fue penalti. Sin embargo, el jugador andaluz habló también del concepto puramente deportivo. «No supimos leer el partido con el dos a cero. No se nos puede escapar una ventaja como esta», aseguró Diego.